Snapchat se ha hecho famosa por su propuesta para comunicarse de manera visual y totalmente efímera, a través de una aplicación móvil.
Esto está cambiando con la última actualización del programa, que apuesta directamente por los chats de texto e incluso por las videollamadas.
Ambas formas de contacto conservarán la filosofía de la fugacidad. Una vez finalizada una conversación de texto, ésta se borrará, a no ser que uno de los interlocutores decida tomar capturas de pantalla para guardar información relevante.
Tal y como explican desde Snapchat, hasta este mes “faltaba una parte importante de la conversación: la presencia”. Y es que “no hay nada como saber que tienes toda la atención de tu amigo mientras chateáis”.
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