SMIC es el mayor fabricante de semiconductores de China, pero se va a convertir en un fabricante con una dimensión aún mayor cuando complete su inversión de 2.350 millones de dólares para una nueva fábrica de micro chips en la localidad de Shenzhen.
Desde el año pasado se vive una escasez mundial de semiconductores por distintas razones: desde el parón en toda la industria mundial debido al confinamiento consecuencia de la pandemia, además de distintos desequilibrios entre la oferta y la demanda por el fuerte tirón de la industria de dispositivos móviles, lo que originó una posterior escasez que sufrió la industria automovilística.
Además, como te hemos contado recientemente aquí en SILICON, otro de los países líderes en producción mundial de semiconductores como es Taiwán está viviendo una grave sequía que también afecta a la producción de chips.
En este contexto SMIC planea construir una nueva fábrica especializada en chips de 28 manómetros con un objetivo de producción de 40,000 obleas mensuales a partir del año 2022. Estos procesadores de 28 nanómetros estarán dirigidos especialmente a automóviles y televisores al ser más sencillos y económicos de fabricar que los chips de 5 nanómetros, más orientados a dispositivos móviles y que cuentan con una gran demanda en la actualidad.
Junto a esa inversión de 2350 millones de dólares que va a efectuar SMIC el gobierno chino también va a tener participación en esta fábrica de Shenzhen, en concreto contribuyendo con un 23 % de la financiación. Esta forma parte de la iniciativa del gobierno chino para convertir su país en un líder tecnológico, especialmente apoyando de una industria propia de semiconductores.
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