Las primeras camas con el software SleepIQ de Sleep Number eran las X12, que costaban la friolera de 6.000 dólares y que, además de materiales de calidad y zonas independientes con inclinación programable, incluían sensores para medir la respiración, pulso, movimiento y registrarlo todo para identificar patrones de sueño y descanso.
Todos estos datos se llegaban a registrar 500 veces por segundo, según indican en Sleep Number, y gracias a la conexión inalámbrica con smartphones y tablets, podíamos tener un análisis detallado y fácil de comprender sobre como dormimos. El problema es que gastarse 6.000 dólares en una cama no es algo al alcance de todos, así que han decidido integrar su tecnología SleepIQ en otros modelos más económicos.
1.000 dólares por una cama que tiene todas estas mejoras ya se vuelve algo bastante asequible prácticamente para cualquiera. De hecho una cama “no inteligente” con colchón incluido te podría salir por sólo un poco menos. Eso sí, habrá que ver si Sleep Number se anima a vender sus camas más allá de EEUU. ¿Os gustaría tener una cama inteligente?
vINQulos
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