Un misil anti-misil se puede ver como un suicida para evitar un mal mayor, aunque el nombre inspire algo tan absurdo como la mentalidad hitleriana (ya sabes, odio hacia los no-altos, no-rubios y no-fuertes… parece que algo falla).
El láser, sin embargo, es mucho más sutil. No se utilizará, en este caso, para concentrar mucha energía en el misil que venga hacia el helicóptero y destruirlo: se encargará de “cegar” su dispositivo sensible al calor, perdiendo así blanco y evitando el impacto.
Trabajan en ello la Universidad de Michigan y Omni Sciences. Esta última ha recibido un millón de dólares por parte de DARPA, de modo que su implementación, una vez esté plenamente desarrollado, parece segura. Y digo yo, ¿implementarán ahora los que lancen misiles a los helicópteros un sistema de rastreo no basado en calor? Este podría ser otro ejemplo de cómo la tecnología se desarrolla, por desgracia, con los conflictos bélicos. — Javier G. Pereda [Gizmag]
Bienvenido a un nuevo episodio del podcast semanal Silicon Pulse, un espacio en el que…
De los 942,1 millones de dólares que ingresó en el tercer trimestre, 900,3 millones corresponden…
“En 2024 se ha registrado un crecimiento exponencial en los ciberataques, con empresas de todo…
Durante su trimestre más reciente acumuló un total de 35.100 millones de dólares.
Durante su ejercicio fiscal 2024 mejoró un 9 % los ingresos totales subyacentes, por encima…
Ha estrenado oficinas en Zaragoza, está presente en el Parque Tecnológico Walqa y tiene previsto…