Silicon Valley se queda sin inquilinos

Silicon Valley está dejando de ser poco a poco la cuna de la alta tecnología, el paraíso soñado por las start-ups de TI para establecer sus oficinas. La apuesta low-cost generalizada que exigen los tiempos de crisis se está trasladando también a los emplazamientos geográficos.

Así, algunas ciudades como Kalamazoo, Michigan y Toledo (Ohio) en Estados Unidos están comenzando a establecerse como nuevas sedes tecnológicas que atraen a nuevas compañías, dadas las subvenciones y desgravaciones fiscales que ofrecen a las start-ups dedicadas a la industria. Al mismo tiempo, otras urbes con tradición tecnológica como Boston o la propia Silicon Valley se están despoblando de estas firmas neófitas al retirar sus ayudas.

Las nuevas sedes permiten a las compañías hacer negocios de forma más económica y, al mismo tiempo, disponer de emplazamientos cercanos a sus lugares de origen, según recoge The Wall Street Journal. De esta forma, a medida que las empresas crecen, no tienen que alejarse demasiado de Ohio, Michigan y otros estados que tradicionalmente no han dado demasiadas oportunidades a las empresas, comunidades e inversores en el segmento de la alta tecnología.

“En los últimos 90 días, hemos visto 50 ó 60” start-ups que están dispuestas a trasladarse a fin de obtener facilidades de financiación”, afirma Ron Kitchens, director ejecutivo de Southwest Michigan First, una empresa privada inversora sita en Kalamazoo.

“Las empresas de Boston, San José, que hasta hace poco ni nos daban la hora ahora están llamando e interesándose “. Según señala Kitchens, el número de empresas que está considerando la posibilidad de financiación mudándose a su zona se ha duplicado en los últimos cuatro meses.