Silicon Valley, en contra de la lista de musulmanes en EE.UU propuesta por Donald Trump
600 ingenieros, diseñadores y ejecutivos de empresas tecnológicas han firmado una carta en la que se niegan a elaborar una base de datos de personas basadas en sus creencias religiosas.
Silicon Valley planta cara a Trump, horas antes de que el líder estadounidense se reúna con los máximos mandatarios de algunos gigantes TIC. Medio centenar de trabajadores de empresas tecnológicas con sede en EE.UU, como Alphabet, IBM u Oracle, han firmado una carta abierta en la que muestran su rechazo a una propuesta realizada por Donald Trump en la que el republicano defendía la creación de una base de datos para monitorizar a algunos sujetos según su raza, creencias u origen.
El documento ha sido respaldado por un grupo de empleados de la industria TIC entre los que hay ingenieros, diseñadores, directivos y emprendedores. Ya se han adscrito al mismo unas 600 personas y parece que el número va creciendo con rapidez.
“Elegimos estar en solidaridad con los musulmanes americanos, los inmigrantes y toda esas personas cuyas vida y medios de vida están amenazados por las políticas de recolección de datos propuestas por el nuevo gobierno. Nos negamos a elaborar una base de datos de personas basadas en sus creencias religiosas, protegidas por la Constitución. Nos negamos a facilitar deportaciones masivas de personas que el gobierno crea que son indeseables”, reza el documento.
Los firmantes critican los comentarios realizados por el presidente electo durante su campaña electoral para vigilar a los musulmanes residentes en EE.UU y comparan esta idea con la contribución de IBM a la masacre de millones de personas durante el Holocausto.
Además, se comprometen a abogar dentro de sus organizaciones por la minimización de la recolección y detención de datos que faciliten la selección étnica o religiosa, destruir de forma responsable conjuntos de datos de alto riesgo y copias de seguridad y exigir un proceso legal apropiado si el gobierno les solicita información de los usuarios. “Si tenemos la autoridad para hacerlo, usaremos todas las defensas legales disponibles para detener esas prácticas, si no tenemos tal autoridad y nuestras organizaciones nos obligan a participar en ese uso indebido, renunciaremos a nuestras posiciones en lugar de cumplirlas”, advierten.
Cualquiera que se dedique a las TIC y que lo desee puede unirse a la petición. Solo es necesario enviar una solicitud en GutHub, un DM en Twitter o un correo electrónico indicando nombre, cargo, empresa y una URL.