Invertir en tecnología como la nube es una necesidad para compañías de todo el mundo, que se enfrentan al crecimiento incesante de los datos y a la digitalización de la sociedad. Pero los presupuestos no son ilimitados. El empeoramiento de las expectativas económicas obliga a introducir cambios en las estrategias empresariales, con mayor peso del control de costes y la consolidación de recursos e infraestructura TI.
Los CIO tienen el ojo puesto en una nube más visible y rentable que ayude a mantener el control. Al mismo tiempo deben cumplir con los requisitos de seguridad y cumplimiento que exige la ley, el respeto por el medioambiente y un análisis financiero más estricto, lo que puede derivar en la recuperación del on-premise cuando los costes no están justificados.
Silicon Cloud Day 2023 analiza los cambios del mercado. La cuarta edición de este evento de NetMedia Group ha reunido a representantes de Making Science, Syntax, Denodo y NetApp de manera presencial. Todos ellos conocen la situación de primera mano y han aportado su visión particular. También han participado Básico Real State, Prosegur e ISDEFE (Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España), cuyos portavoces avivaron el debate en una mesa redonda sobre la nube del futuro.
Bajo los lemas de “El gran evento de la tecnología cloud” y “Multicloud y soberanía para una era de colaboración y coopetition”, este encuentro entre expertos da respuesta a los principales retos que enfrentan los responsables de tecnología en las organizaciones actuales. El espacio multinube, las superapps, la inauguración de más regiones cloud por parte de los hiperescalares, la gestión de la competencia… son muchas las tendencias que condicionan las posibilidades de innovación en la era digital.
El cloud computing está entrando en una etapa de madurez en la que se desdibuja la línea entre la nube privada y nube pública, con modelos de nube híbrida y tecnologías serverless que aportan una capa de abstracción y facilitan un verdadero pago por uso. Ahora ya no se contrata una infraestructura física, sino una funcionalidad.
Esto va acompañado de mayor facilidad de orquestación, una administración automatizada y la gestión inteligente para que las empresas puedan ocuparse de desarrollar mejores aplicaciones e impulsar la productividad de sus empleados en el marco de la nueva smart cloud.
El cambio incesante condiciona la realidad empresarial. En un escenario convulso para las compañías, marcado por factores como los incesantes ataques cibernéticos y la escasez de talento, la tecnología permite continuar avanzando. Tras “una gran ola de subir cosas a la nube”, con fuertes innovaciones durante la época del COVID, “por desgracia el entorno económico actual dice que hay que limpiar las casas”, advierte Miguel López, CTO de Making Science. Ahora “el dinero se está invirtiendo en proyectos de optimización de costes, de revisión de arquitecturas, porque al final ir al cloud no es solo coger las cosas que tenías en on-premise” y listo.
Miguel López identifica “la predicción de costes” como un inconveniente asociado a la nube. De hecho, muchos clientes se encuentran en el “proceso de pensar si la primera aproximación ha sido la correcta, incluso la segunda iteración”. Otros retos son la ciberseguridad, el control y el governance en un momento en el que “todos los proveedores cloud facilitan mucho el uso”. Por ello hay que “revisar esos proyectos que han sido creados con urgencia”, ver “cómo integrarlos y cómo cambiar la mentalidad para que sea más fluido”. Lo lógico es que “todas las áreas que se ven afectadas en el desarrollo de un proyecto digital o tecnológico participen activamente y sean responsables”.
Alfonso Martínez, Country Manager de Thales para España y Portugal, ha sido otro de los protagonistas del Silicon Cloud Day 2023. En su intervención abordó el tema de los entornos de computación dentro de una sola nación. La idea clave tras la soberanía digital es facilitar a cada organización la capacidad de mantener el control. Y, más concretamente, de ejercer dicho control sobre su “propio destino digital: los datos, el hardware y el software en los que confías y creas”. Esto implica revertir una tendencia por la cual, actualmente, “el 92 % de todos los datos del mundo occidental se almacenan en servidores” que pertenecen a “compañías basadas en Estados Unidos”.
La respuesta viene por la vía del regulación, con las aprobaciones del RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) y la normativa DORA (Ley de Resiliencia Operativa Digital) en la Unión Europea, o la creación de iniciativas de colaboración a nivel comunitario como GAIA-X. Thales cree, además, que “un viejo conocido” como es “el cifrado” ofrece una buena solución, porque “la primera línea de defensa de un dato tiene que ser el propio dato”, en palabras de Alfonso Martínez. “La nube cambia las reglas de juego”, dice este pontente, “pero “lo que no cambia son las buenas prácticas” que se pueden aplicar.
No todas las empresas han nacido en la época del cloud. Muchas son anteriores y cuentan con aplicaciones críticas que corren en legacy. Se trata de “aplicaciones que no han nacido para la nube, pero que pueden aprovechar el potencial de la nube en unos aspectos muy concretos”, tal y como cuenta Joaquim Alfaro Camps, Global Director Cloud Advisory Service de Syntax, que acompaña el viaje al cloud computing con el lema “piensa en grande, pero ejecuta en pequeño. Es decir, empieza de una manera que cubras las necesidades actuales y ten claro tu camino a medio plazo”, sin caer en “el Diógenes digital”. Otro consejo es corregir percepciones vigentes, porque esto “no es un riesgo, sino es una oportunidad”.
La nube permite a los integrantes del departamento de TI convertirse en “facilitadores” del cambio, en vez de quedar relegados al papel de stopper, y también estar preparados para el fallo. Por otro lado, ayuda a “optimizar el consumo de los recursos”, según apunta Joaquim Alfaro. Esto lo hace en un contexto de sensibilidad financiera y en el que las empresas viven preocupadas por “el gobierno y dónde está el dato”. Esto es, por “quién va a poder acceder a ese dato y dónde está ubicado”, ya que tanto cuando es especialmente sensible como no, el dato representará “el valor de su compañía”.
La digitalización acelerada de los últimos años ha supuesto un antes y un después en los entornos de empresas privadas e instituciones públicas. Estas entidades han modernizado sus procesos, renovado su cultura y adoptado los datos como generadores de valor en todas las áreas. El centro de datos tradicional cada vez tiene menos cabida, mientras que la nube gana presencia. En una mesa redonda con responsables de tecnología e innovación, el evento de NetMedia ha hecho un recorrido por el panorama cloud, sus retos y sus oportunidades.
Eduardo Rodríguez, director de Tecnología e Innovación de Básico Real Estate, cree que los retos de la nube “ya no solo están ligados a la parte de IT, sino a un cambio cultural”. Las compañías que apuestan por el cloud computing muestran cierta predilección por un modelo mixto, algo que está motivado por motivos “económicos y estratégicos”. Es decir, para conseguir un “ahorro de costes” y la posibilidad de avanzar en “la optimización de procesos y eficiencia interna”. Y es que una inversión inteligente en la nube “te permite generar nuevos modelos de negocio”, afirma Rodríguez.
Al trasladar aplicaciones, el negocio reclama un “fuerte impulso de innovación” y “resiliencia”, lo que implica “continuidad de operación” y también una “ciberseguridad” cuidada con replicación y recuperación de datos. Así lo desvela Manuel Tarrasa, CIO y CTO de Prosegur. “La innovación tecnológica, a todos los niveles, se está produciendo en el cloud”, observa, y hay cosas que “ya no existen en on-premise o no van a existir. Todos los modelos de inteligencia artificial”, “Big Data” y “seguridad avanzados” o la computación cuántica, por ejemplo. Entonces aquella “empresa que no tenga una presencia y un conocimiento importante en el cloud básicamente va a perder competitividad”.
“No solamente es que va a perder competitividad, sino que posiblemente pueda desaparecer”, opina Ildefonso Vera, director de Innovación, Procesos y Transformación Digital de ISDEFE, que apuesta por la idea del “multicloud”. Eso sí, ese viaje cloud hay que hacerlo con cabeza, “porque probablemente no todo sea necesario llevarlo a la nube”. Vera recomienda, además, “trazar una política de ciberseguridad” y planificar. “Las personas están acostumbradas a hacer lo que hacían. Cambiar ese modus operandi de todos los días es muy complicado”, reconoce. Esto implica tener en cuenta al negocio cuando se lleve a cabo la evolución de los procesos y ver qué tecnologías combinar con la nube.
Jaume Brunet, Sales Director de Denodo para Iberia & Latam, compartió espacio en el Silicon Cloud Day 2023 con Daniel Tenreiro, Sales Engineer de la misma compañía y encargado de la parte práctica de la exposición, para explicar de una manera visual cómo un Data Mesh puede acabar en Data Mess o el desorden en la gestión de datos que existe en cualquier compañía. Los problemas en la gestión son algo común, tal y como confirma Brunet, porque vivimos en “un cambio constante” y la complejidad es “enorme”.
“Es una constante ebullición”, declara este experto. “Disponemos de datos en sistemas operacionales” o “analíticos” y “de unos movimientos de datos masivos, sobre todo en grandes corporaciones”. Por tanto, “disponer de agilidad y hacerlo rápido es algo absolutamente clave” hoy por hoy. Para “ser capaz de llevar al negocio la definición de los productos de datos” y conectarlos a la realidad con menos errores, hace falta “una plataforma con vocación transversal”, sentencia el directivo. “Si no, vamos a meternos en un lío”. Denodo propone simplificar la gobernanza con capacidad de adaptación y sin duplicaciones, exponiendo “en un solo punto todos los tipos de información” disponibles.
La ponencia de Manel Picalló, Consulting Systems Engineer de NetApp, cerró el círculo de los desafíos a los que se enfrentan las empresas al manejar los datos con una reflexión sobre la nube híbrida. Este es el modelo que cuenta con mayor aceptación, ya que conlleva ventajas como la agilidad, la seguridad, la escalabilidad o la sencillez. Pero tampoco está libre de retos, como es el caso de la movilidad de los datos. “Para sacarle verdadero partido a los datos” en “aplicaciones, infraestructuras, nubes” y demás, “tenemos que poderlos conectar entre ellos”, reconoce Manel Picalló. Esto supone “generar líneas de conectividad” de un lado a otro.
“El cloud no tiene sentido si acabas provisionando lo mismo que tienes en el on-prem” para terminar haciendo “exactamente lo mismo” en el nuevo entorno. “Tiene sentido cuando se convierte en algo dinámico”, razona este especialista, “lo que pasa que los datos tienen un problema gigantesco” y es el hecho de que “son persistentes”. Dar flexibilidad al movimiento de datos es un reto, como también lo es la propia seguridad de la información. Al final, “la gestión de los datos tiene que ser unificada” para obtener un buen resultado.
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