Si te vas a Brasil a vivir el Mundial, ten cuidado con tu tarjeta
La compañía de seguridad Kaspersky Lab recomienda a los aficionados que vayan a viajar al país carioca por estas fechas “tener mucho cuidado al utilizar los cajeros automáticos o al pagar con tarjeta” debido a la especialización de los ciberdelincuentes.
Os lo hemos repetido varias veces durante los últimos días: el Mundial de Brasil se está convirtiendo en el gancho perfecto para sumar víctimas a las siempre peligrosas acciones de los cibercriminales.
Sin embargo, los riesgos que entraña la ciberdelincuencia no se ciernen únicamente sobre aquellas personas que buscan información en Internet sobre los partidos o que intentan disfrutar de este torneo con tranquilidad desde el sofá de casa, sino que los propios aficionados que decidan viajar al país carioca para vivir en primera persona el Mundial también están en el punto de mira de los cacos 2.0.
Así lo advierte la compañía de seguridad Kaspersky Lab, que recomienda ser especialmente cautos a la hora de utilizar la tarjeta de crédito o débito para realizar pagos.
“Los usuarios tienen que tener mucho cuidado al utilizar los cajeros automáticos o al pagar con tarjeta”, dice el analista sénior de seguridad del GReAT Team de Kaspersky Lab, Fabio Assolini. Y es que “en Brasil, se puede ver a los ciberdelincuentes instalar cámaras en los cajeros de un banco lleno de gente durante el día”. Además, es el país de origen de malware especializado como el troyano Chupa Cabra con el que “clonar una tarjeta como el número de la misma, la fecha de caducidad, el código de servicio y el CVV”.
Así que, “es recomendable estar presente en cualquier transacción que se realice y evitar los encuentros fortuitos o accidentes que puedan hacer que su tarjeta quede fuera de su alcance”, continúa Assolini, añadiendo que, “si eso ocurre, notifique inmediatamente el incidente al banco”.
Desde Kaspersky aconsejan seguir una serie de pautas prácticas muy concretas, como no perder de vista la tarjeta y, por lo tanto, no autorizar que los empleados se la lleven a otra punta del local para pasarla por el datáfono, fiarse más de los datáfonos inalámbricos que de los enganchados por cable, usar preferiblemente tarjetas con chip que soliciten número PIN o tapar el teclado de los cajeros mientras se está pulsando el número secreto para retirar dinero.