Los wearables deportivos, al igual que los smartwatches, están en auge y mientras los monitores de actividad se ven ahora amenazados por los smartwatches, otros dispositivos pensados para deportes concretos crean su propia cuota de mercado, wearables como ShotTracker para el baloncesto.
El sistema se basa en dos dispositivos. Por un lado uno que debemos colocar en la red y que se encarga de saber si hemos acertado o no, enviando los datos a través de Bluetooth. El segundo es un sensor de muñeca, con un IMU de 6 ejes que es capaz de registrar el movimiento que realizamos en cada tiro y que además de poder llevarse en una muñequera o funda para el brazo, al igual que el sensor de red, se comunica por Blueooth.
Por último, una aplicación en el móvil recoge todos estos datos, los analiza y nos ofrece estadísticas, además de consejos, entrenamientos y todo tipo de información. La aplicación también permite planificar entrenamientos y analizar nuestro rendimiento en los partidos, algo de gran interés no sólo para los propios jugadores, sino también para los entrenadores.
ShotTracker es compatible con Android e iOS y está a la venta por 250 dólares.
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