Fuentes cercanas a las negociaciones entre ambas compañías afirman que Sharp planea la venta de su planta de montaje de TV a Lenovo en Japón y colaborar con la compañía china en otras subsidiarias.
La idea de las dos compañías es la de lanzarse a mercados fuera de China con el foco en Latinoamérica, según informa el diario financiero Nikkei.
Sharp ha admitido que no iba a poder sobrevivir sola en el mercado, sobre todo tras reportar unas pérdidas netas de dos cifras hasta los 5.600 millones de dólares, como recoge Reuters. Las inversiones de Qualcomm (de 120 millones de dólares) y el rescate de los bancos en octubre han relajado su situación.
Según las informaciones que maneja el diario nipón, Sharp también planea la venta de su fábrica en Malasia.
Para el final de su año financiero que termina en marzo, la compañía japonesa espera recuperar los beneficios operativos.
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