La japonesa Sharp y sus principales bancos han llegado a un acuerdo este jueves para un plan de rescate y reestructuración por 1.700 millones de dólares y que probablemente incluya el compromiso de escindir su negocio de pantallas de teléfonos inteligentes en decadencia, de acuerdo con Reuters.
Se trata de su segundo mayor rescate en tres años, en el que intervienen las entidades Mizuho Bank y Bank of Tokyo-Mitsubishi UFJ, que canjearán la deuda por acciones, según fuentes cercanas a la compañía.
La empresa deficitaria también se comprometerá a reducir sus operaciones de televisión en Norteamerica y a recortar alrededor de 5.000 puestos de trabajo, o el 10% de su fuerza laboral mundial.
No obstante, analistas del mercado defienden que “la reestructuración es probable que se detenga el sangrado en términos de pérdidas y flujo de caja. No va a resolver los problemas de fondo”, tal y como ha declarado Yasuo Sakuma, delegado de Bayview Asset Management.
“Es difícil evaluar positivamente el nuevo rescate, ya que no estamos viendo ninguna estrategia hacia el crecimiento futuro”, ha aclarado el consultor.
Por su parte, la portavoz de Sharp, Miyuki Nakayama, ha manifestado que la compañía está considerando varias opciones, aunque aún no se han tomadio decisiones. En mayo se dará a comocer un nuevo plan de negocios y más medidas corporativas.
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