Para llevar a cabo el proyecto se necesitarán 2.900 millones de dólares, y se ha desvelado que el 92 por ciento de esa cantidad vendrá de parte de China Electronics, mientras que el 8 por ciento restante, 232 millones de dólares, lo aportará Sharp.
Con ese dinero tienen previsto construir una planta de producción de pantallas LCD en Nianjing, que estaría funcionando en 2015 y produciría paneles para televisiones, portátiles, PCs y tabletas.
Además, la empresa china, que es propiedad del estado comunista y está dedicada a la producción de aparatos para uso militar, tendrá la licencia sobre la tecnología IZGO de Sharp y a cambio pagará a la compañía japonesa unos royalties cuyas cifras no han sido desveladas.
La estrategia de Sharp de comercializar licencias de empleo de su tecnología IZGO para pantallas le está dando la posibilidad de obtener ingresos que alivien su maltrecha economía.
Por último, conviene aclarar que este acuerdo es una revisión y actualización del que firmaron Sharp y CEC en 2009, ya que permitirá a la empresa china acceder a la tecnología de 10ª generación para la producción de pantallas LCD que posee la compañía nipona, informan en Reuters.
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