Tras el último rescate bancario a Sharp por un total de 1.700 millones de dólares el fabricante japonés no ha afrontado un cambio de rumbo.
La compañía acaba de anunciar una pérdida operativa de 26.000 millones de yenes (215 millones de dólares) en el primer semestre de su ejercicio fiscal frente a la previsión de un beneficio de 10.000 millones de yenes (82,7 millones de dólares) que anunció en julio.
La causa apuntada por la empresa ha sido la caída de los precios de las pantallas para teléfonos inteligentes, como recoge Reuters.
Tras este anuncio, las acciones de Sharp se han situado en 137 yenes por acción, lo que ha supuesto un descenso en lo que va de año del 49%.
En los últimos años Sharp ha perdido cuota de mercado frente a rivales como LG o el fabricante local Japan Display y todo apunta a que terminará vendiendo la totalidad o parte de su negocio de pantallas para remontar en el mercado.
Su reestructuración ha sido una condición imprescindible para recibir el nuevo rescate bancario.
La compañía también ha reducido su pronóstico de beneficios operativos para todo el año de 80.000 millones de yenes (661,7 millones de dólares) a 10 millones de yenes (82,7 millones de dólares).
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