Servidores virtuales, dedicados y administrados
Desde las funciones más básicas de correo y web, hasta las nuevas aplicaciones basadas en cloud computing, elegir el servidor y el ISP adecuado puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de la pyme.
Los planes de alojamiento, grandes diferencias
Vamos a empezar por lo más simple: los planes de alojamiento. Son soluciones básicamente pensadas para micro o pequeñas empresas que fundamentalmente buscan servicios tan básicos como colgar una Web no demasiado compleja y de bajo tráfico, así como para alojar sus cuentas de correo POP3/IMAP. El gran problema es que hay muchos proveedores, y los precios de unos a otros varían enormemente, incluso cuando dicen ofrecer prácticamente lo mismo. Entonces ¿dónde esta realmente el truco?
Pues en parte en la subcontratación, y sobre todo en la masificación. Los grandes centros de datos de Internet, repletos de medidas de seguridad, personal técnico y de vigilancia, y preparados para los peores escenarios posibles son realmente caros tanto de construir como de mantener. Por ello sólo unas pocas empresas pueden permitírselos realmente. Así que el resto de los pequeños y medios ISPs simplemente alquilan racks o salas completas en dichos centros de datos para instalar en allí sus propios servidores y dar servicio a sus clientes.
Esta subcontratación no es mala, pues cada empresa se dedica realmente a su negocio. Estos pequeños y medianos ISP logran gracias a esto ofrecer un servicio de conexión de alta calidad, al tiempo que pueden ofrecer un trato más exclusivo y dedicado a clientes más pequeños, que en ocasiones no interesan a las grandes empresas de Internet.
Los problemas surgen si el ISPs opta por la masificación como única vía para reducir precios y ganar clientes (a corto plazo, porque al final los usuarios no son tontos). Así, en vez de alojar 20 o 30 dominios por servidor -una cifra razonable si se trata de tráficos contenidos-, elevan esa cifra hasta el límite pudiendo colocar tranquilamente 100 dominios en un mismo servidor… .y a igual precio, pero más dominios por servidor, mayor rentabilidad.
El resultado es que la calidad del servicio se degrada exponencialmente, con descargas lentas, correos imposibles de enviar, o caídas provocadas por saturaciones. Esta es la razón por la que algunos ISP pequeños o medianos son capaces de ofrecer alojamientos supuestamente profesionales o para empresas por precios inferiores a los 80 euros anuales, y encima ganar dinero con ello.
La conclusión: desconfiad de precios anormalmente bajos, pues la técnica comentada es una de las formas más fáciles de ofrecerlos. Aún así incluso en el caso de proveedores decentes podemos tener más o menos suerte, y todo depende del volumen de tráfico del resto de clientes alojados con nosotros en el mismo servidor. Puede que nos toquen “vecinos” que muevan unos pocos mensajes de correo al día o una Web apenas visitada, o justo todo lo contrario. Por tanto, su abuso o no, nos perjudicará o beneficiará. En definitiva, será cuestión de suerte o de tener un ISP muy responsable que monitorice a sus clientes para detectar dónde se esta degradando la calidad del servicio y tomar medidas rápidamente.