Servidores virtuales, dedicados y administrados
Desde las funciones más básicas de correo y web, hasta las nuevas aplicaciones basadas en cloud computing, elegir el servidor y el ISP adecuado puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de la pyme.
Para empresas grandes o con un volumen de negocio alto, capaces de permitirse departamentos de informática repletos de personal cualificado, la cuestión de colocar su infraestructura en Internet no es causa de gran preocupación.
En el caso de los proveedores de Internet, optan por empresas muy fuertes en el sector de las telecomunicaciones (Telefónica, Colt, etc.), que disponen de sus propios centros de datos, y con las que suelen tener líneas de trabajo directas gracias a su condición de gran cliente. Además, suelen instalar sus propios servidores en el centro de datos del proveedor, ocupándose permanentemente de su gestión y mantenimiento.
Sin embargo para la inmensa mayoría de las pymes esto no es tan simple. Muchas tienen los servicios informáticos externalizados, y otras disponen de pequeños departamentos de informática con poco personal, generalmente sobrecargados de trabajo, y en no pocas ocasiones con un nivel de formación o experiencia no muy elevado.
En esta clase de entornos es donde es preciso buscar un ISP acorde a nuestras necesidades y presupuesto, así como elegir lo que necesitamos: desde un simple plan de alojamiento, hasta un servidor propio, ya sea virtual o dedicado. En las líneas siguientes hablaremos sobre sus diferencias y, sobre todo, los aspectos a tener en cuenta a la hora de contratarlos.
Nuestro colaborador del Knowledge Center, Eduardo Sánchez, nos ofrece las claves para esta correcta elección por parte de la pyme a través de los siguientes contenidos: