¿Serán totalmente reemplazables los conductores humanos en 2025? Parece que no

¿Cómo será la industria de la automoción dentro de unos años? Por ejemplo, dentro de una década, en 2025. ¿Qué tipo de vehículos nos podemos esperar? ¿Se habrá implantado ya, de manera definitiva, el coche autónomo? ¿Triunfará el coche conectado?

Este tipo de cuestiones encuentran respuesta en el estudio Automotive 2025 Global de IBM, que lleva la coletilla de “Industria sin fronteras”.

Ateniéndonos a sus resultados, parece que el futuro no será ni del todo blanco ni negro. En este informe del Gigante Azul se llegan a conclusiones positivas, como el hecho de que a lo largo de ese periodo de diez años que todavía queda por delante la industria del automóvil debería evolucionar hasta conseguir coches capaces de adaptarse a las necesidades de sus ocupantes y de relacionarse con otros vehículos para diversas tareas.

Tanto es así que 8 de cada 10 directivos consultados por IBM apuntan a las tecnologías cognitivas como elemento crucial para este cambio. Y se habla incluso de socialización.

Pero también cabe esperar transformaciones parciales. Y por parciales nos referimos a que diez años de separación no serán suficientes para que la autonomía de los coches lo desborde todo. Esto es, el conductor seguirá siendo necesario. Son los menos quienes ven el objetivo de desprenderse del conductor como posible o, más bien, como algo generalizado.

En cambio, un 87% apuesta por situaciones de conducción donde al menos ciertas tareas las hará el sistema sin intervención humana, como puede ser aparcar. Y otro 55% también encuentra lugar para que los coches reclamen ayuda al conductor para algunas cosas, mientras sus dueños se pueden dedicar a temas independientes a la conducción durante el resto del tiempo.

Otro dato a tener en cuenta es el que apunta a la colaboración de los propios usuarios a la hora de avanzar en temas de innovación.