Sensores de grafeno para cámaras fotográficas: 1.000 veces más sensibles a la luz
Al final casi vamos a poder bautizar la próxima etapa histórica en nuestra evolución como Edad del Grafeno, tantas son las capacidades que casi cada día salen a la luz sobre este material basado en la organización en forma de retícula del grosor de un átomo del grafito.
Ahora la novedad reside en que empleando el grafeno para construir un sensor fotográfico la cantidad de luz que puede captarse es mil veces mayor, lo que podría ayudar no solo a conseguir capturas fotográficas en condiciones de poca luminosidad sino además a que fueran de un tamaño mucho menor que los actuales. Y por si fuera poco, necesitando diez veces menos energía para ello.
Lo consigue atrapando y reteniendo los electrones generados por la luz que llega a la superficie del sensor más tiempo que los sensores tradicionales, con el resultado de fotografías más claras en condiciones de menor luminosidad. El hallazgo se debe a un equipo de la Universidad Tecnológica Nanyang. Según el responsable de este grupo han tenido en cuenta en sus investigaciones los procesos industriales del sector de la imagen y han constatado que los fabricantes actuales de sensores fotográficos sólo tendrían que reemplazar los materiales que emplean en la actualidad en los sensores con láminas de grafeno para beneficiarse de este descubrimiento.
Además (todo siguen siendo ventajas) el coste de este proceso sería cinco veces inferior al que en la actualidad sirve para obtener sensores CMOS y CCD, los habituales en casi la totalidad de cámaras fotográficas y dispositivos móviles, permitiendo además obtener resultados mucho más óptimos. Lo que no sabemos todavía, como siempre en estos casos, es la fecha aproximada en que esta tecnología se incorporaría a nuestra vida cotidiana, pero lo que sí ha trascendido es que la investigación continúa y además en estrecha colaboración con la industria del ramo a fin de desarrollar lo antes posible una producción comercialmente viable.
Mientras seguiremos esperando con la intriga de cuál será la próxima sorpresa que nos deparará el prodigioso grafeno.
vINQulo