El erizo azul y los pájaros enfadados más célebres del mundo de los videojuegos y la animación ya son primos hermanos.
Sega por fin ha completado la adquisición de la empresa finlandesa Rovio por 776 millones de dólares.
Aunque el trato fue anunciado el pasado mes de abril la operación estaba sujeta a una serie de autorizaciones por parte de los organismos regulatorios y antimonopolio. Estas ya han llegado.
Además de Angry Birds, Rovio ha creado otros juegos bastante exitosos como el rompecabezas de tres en raya Sugar Blast o el título de misterio narrativo Small Town Murders.
Cuando la compra se anunció el CEO de la empresa japonesa, Haruki Satomi, comentó que “el mercado de juegos móviles tiene un potencial especialmente alto y el objetivo de Sega ha sido acelerar su expansión en este campo”.
Lo cierta es que la creadora de Sonic incorpora toda una infraestructura lista para desarrollar, publicar y publicitar juegos móviles. Esto le permitirá desarrollar sus propios mobile games, basándose en sus propias marcas y franquicias.
Sin embargo, la firma nipona no solo adquiere un gran referente en el mundo mobile. También se lleva una gran IP.
Los Angry Birds cuentan con un gran merchandising y han generado todo un universo audiovisual a su alrededor, con películas y series de animación.
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