Sólo dos semanas después de conocerse que Seagate despedirá a 1.600 trabajadores, el fabricante de discos duros ha emitido un comunicado en el que afirma que suprimirá 6.500 puestos de trabajo a finales del próximo año fiscal.
Este despido masivo, que asciende a aproximadamente el 14% de la fuerza laboral global de Seagate, supone un fuerte aumento en comparación con el anterior plan de la compañía.
Curiosamente, las previsiones de la compañía, expresadas en la previsión de valores financieros para su cuarto trimestre fiscal de 2016, han mejorado. Si a finales de junio, Seagate preveía una caída en las ventas de PC, ahora espera vender más discos duros de lo que se había estimado anteriormente. Su último pronóstico de ingresos para el cuarto trimestre es de 2.650 millones de dólares, frente a los 2.300 millones de su última predicción.
La medida tendrá un costo para Seagate de 164 millones de dólares. Un portavoz de la compañía declaró a The Wall Street Journal que los recortes de empleo anunciados afectarán principalmente a los empleados que participan en las operaciones de fabricación. Las principales instalaciones de fabricación de Seagate se ubican en Malasia y China, con alguna planta en EEUU y el Reino Unido.
Mientras Seagate espera crecer en ingresos a finales de año, queda por ver si podrá innovar lo suficiente como para permanecer en el mercado en los próximos años, ya que el almacenamiento basado en disco sigue perdiendo peso frente a tecnologías más estables y más rápidas.
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