¿Se vende? 15 compañías que ponen los dientes largos a cualquiera (I)
Durante las últimas semanas Google ha comprado Nest, Facebook se ha hecho con WhatsApp y Vodafone ha pactado la absorción de ONO… pero todavía hay mucha compañía que cortejar para los reclutadores de talento.
Para avanzar en materia de competitividad tecnológica hay dos caminos que vemos repetirse una y otra vez: desarrollar y construir un producto solvente desde cero o comprar y aprovechar los activos de la compañía adquirida en beneficio propio. Estas tácticas no son excluyentes, pero cada una de ellas posee sus ventajas respecto a la otra. Por ejemplo, moverse a golpe de talonario permite enfrentarse a los retos que plantea la industria (y también los usuarios) mucho más rápido. Obviamente no es un camino que cualquiera se pueda permitir. Meterse en temas de negociaciones es todo un arte que requiere de seducción, paciencia y tener un buen fardo de billetes debajo del brazo. Si sale bien, lo interesante es que justo aquellas empresas que se encuentran en el extremo contrario, las que tienen la idea pero no la prestancia económica, pueden acabar siendo tasadas en cientos o miles de millones de dólares y volver ricos a sus responsables.
También se dan casos de grandes nombres del panorama “tech” que acaban convirtiéndose en el más ardiente objeto del deseo de su rivales, pasando de fenómeno a imitar a aliado que comprar. Sin ir más lejos, toda una pionera en el segmento de la telefonía móvil como es Motorola Mobility acabó en manos de Google y su imperio web en la primavera de 2012, después de que el gigante de MountainView pusiese sobre la mesa la friolera de 12.500 millones de dólares. Y hace tan sólo unos meses, en enero, buscaba nuevo refugio bajo la estructura de Lenovo aunque dejándose primero por el camino las patentes que tan valiosa la hacían. Google y Lenovo, junto a Facebook, son un par de empresas que han comenzado 2014 con fuertes adquisiciones. Una ha camelado a Bitspin, Nest, Deepmind y SlickLogin. La segunda se ha reforzado con los servidores x86 de IBM y las patentes móviles de Unwired Planet. Y la tercera ha ido creciendo con Little Eye Labs, WhatsApp y Oculus.
¿Cuáles podrían ser las siguientes en caer? ¿O, mejor dicho, qué otros negocios de éxito podrían interesar a cualquier gran marca tecnológica? En Silicon Week hemos trazado una lista con quince nombres que consideramos especialmente apetitosos, de los que algunos ya han sido protagonistas de los rumores y el cortejo. Empezamos por los siete primeros:
1. Snapchat. Facebook podría llevar al menos un nombre más en su saldo particular de compañías compradas recientemente, cada una de ellas cubriendo un hueco muy particular y realmente aprovechable para su estrategia de negocio. Esto es, si unos jovencísimos Evan Spiegel y Robert Murphy hubiesen accedido a venderle Snapchat. Pero de momento los repetidos intentos del también veinteañero Mark Zuckerberg por sumarlos a su causa han caído en saco roto. Y eso que se llegó a hablar de un pago de 3.000 millones de dólares, que es el triple de lo que se agenció la aplicación vintage Instagram aunque menos de lo que otros pretendientes tipo Google o Tencent podrían acabar pagando, hipotéticamente, en el futuro. Ahora mismo, con WhatsApp de su parte, Facebook parece autoexcluirse de la lucha. Si dejamos a un margen sus debilidades en materia de seguridad, el atractivo de Snapchat se encuentra en una creciente comunidad de usuarios de corta edad que aprecian la combinación de fotografía con mensajes efímeros, que desaparecen tras ser leídos.
2. Foursquare. No se caracteriza precisamente por producir cuantiosos ingresos, como tampoco lo hace Snapchat, pero Foursquare es una de esas compañías que ha sabido labrarse un nombre en el indispensable mundo de la movilidad (¡y la socialización!). Además de convertirse en todo un referente para esa horda de aplicaciones que están defendiendo las maravillas de la geolocalización como su baza principal, por mucho que les pese a quienes abogan por una privacidad extrema o temen el avance de este tipo de inventos por la naturaleza de los datos que manejan. El planteamiento de esta app que es asimismo responsable de popularizar el término de hacer “check-in” es muy sencillo: ¿cómo saber qué comercios, actividades y atracciones hay en un lugar que no conoces? Guiándote por lo que opinan los demás. Cuantas más críticas positivas tenga un sitio, más probabilidades habrá de que a ti también te guste. Foursquare permite sacar partido a la relación de las personas con el entorno que las rodea. Y, por supuesto, después está la recompensa, que no es otra que la motivación por convertirse en el “alcalde” del mayor número de lugares posible. Ahora tira de inversores, pero podría convertirse en el complemento ideal para muchos negocios online.
3. BlackBerry. Tras protagonizar el culebrón tecnológico de finales de 2013, BlackBerry ha decidido darse a sí misma una oportunidad, cambiar de CEO y luchar con todas las fuerzas que le quedan en cuatro mercados bien definidos. Serían el de los terminales, el de las soluciones EMM, el de la mensajería multiplataforma y el de los sistemas embebidos. Todavía es pronto para emitir veredictos. Queda por saber a ciencia cierta cómo le saldrá la jugada al equipo de John Chen, si bien es obvio que recuperar el terreno perdido en la primera de esas áreas es un reto de altura, casi imposible diríamos, dada la ventaja que llevan iOS y sobre todo Android sobre los demás. ¿Y si al final tiene que volver a platearse la venta? Pretendientes no le faltarían. En su día se habló de Facebook, Lenovo, Google, Cisco, SAP, Intel, LG, Samsung, Qualcomm, Microsoft, los fundadores de la compañía canadiense Mike Lazaridis y Doug Fregin y el ex-CEO de Apple, John Sculley, o la propia Apple, entre otros. Lo que también podría calificarse de altura es el precio de la operación. Unos 19.000 millones de dólares son aceptados internamente sólo por BlackBerry Messenger y, aparte, BlackBerry cuenta en su poder con un gran paquete de patentes apetecibles.
4. Tesla Motors. Que Elon Musk esté detrás de la empresa de automóviles eléctricos que pretende revolucionar el transporte por carretera ya lo dice todo. El genio de este “emprendedor” que ha engrosado su curriculum a base de co-crear compañías de calado como el gigante del e-commerce PayPal, la firma de transporte espacial SpaceX y la organización de productos fotovoltaicos SolarCity, le vale el título de nuevo Steve Jobs, según los grandilocuentes titulares de la prensa internacional. El hecho real es que Apple y Tesla ya han mantenido conversaciones sobre una posible adquisición, algo que Musk ha corroborado. Es incierto si las negociaciones se abandonaron en un punto conciliador que permitiría reavivarlas en el futuro o si alguien más se atreverá a pujar por Tesla, adelantándose a los sueños motorizados de la firma de la manzana mordida. Lo que sí sabemos es que la automoción es una tendencia a acariciar por todas ellas, como parte central del Internet de todas las Cosas, ya que se estima que dentro de una década la mayoría de los coches que circulen por nuestras carreteras estará conectada.
5. Square. Quien parece acostumbrado a triunfar con sus experimentos al igual que Elon Musk es Jack Dorsey, sobradamente conocido por ser uno de los co-fundadores de Twitter. Tras poner en marcha esta popular red de microblogging con su pajarito azul y todo, que de vez en cuando suena también como tentadora adquisición para algún que otro pájaro más grande, Dorsey se lanzó con éxito al terreno de los pagos. Lo hizo con Square y su capacidad para transformar terminales móviles en lectores de tarjetas de crédito y débito. Sin farragosos intercambio de billetes y monedas de por medio y con ciertas funcionalidades extras como el envío de dinero a través de un simple correo electrónico. Son detalles que están encandilando a los usuarios, al menos en países adelantados en estos temas como Estados Unidos, Canadá y Japón, forzando la respuesta de competidores entre los que se encuentra la anteriormente referida PayPal, atrayendo el pulso inversor de gente entendida tipo Marissa Mayer y firmando acuerdos con cadenas de la talla de Starbucks. Se calcula que Square vale unos 5.000 millones de dólares y el añadido de la tecnología NFC está ahí.
6. Dropbox. En el sector del almacenamiento en la nube podríamos nombrar a otras compañías que generan revuelo como es el caso de una Box a punto de salir a Bolsa, pero Dropbox no se queda rezagada y ha sabido ganarse al público a pesar de llevar menos tiempo activa. Entre sus hitos puede presumir de haber rebasado la barrera de los 200 millones de usuarios y poseer la confianza de al menos 4 millones de negocios, que se han convertido ya en fieles clientes de la plataforma. Por un lado, este tipo de soluciones de cloud computing permiten hacer frente a la inmensa cantidad de información que la sociedad genera en plena era del Big Data, ya sean documentos de texto, fotografías, vídeos y demás archivos personales (o corporativos) que la tecnología de producción ha perfeccionado en resolución y realismo. Por lo tanto, libera espacio en el dispositivo físico de sus dueños, en cualquier momento y desde cualquier lugar. Por otra parte, fomenta la colaboración, admite carpetas públicas y privadas, soporta autenticación en dos pasos, es compatible con múltiples sistemas, favorece la sincronización y es nombrada a menudo como opción solvente a Google Drive, iCloud o OneDrive. Así que, como bien dice el dicho, “si no puedes con tu enemigo…”.
7. Nuance Communications. Hablar de Nuance como empresa puntera puede ser lo mismo que arrojar cualquier otro nombre del panorama internacional para algunos. Pero si añadimos que la experiencia en concreto de esta compañía ha ayudado a parir al sabelotodo Siri, que debutó en el iPhone hace un par de años y medio, o al menos eso es lo que se rumorea, la cosa cambia notablemente. Desde nuestra condición de moradores de un mundo tecnológicamente avanzado hemos tenido que dejar de imaginarnos cómo sería poseer aparatos electrónicos capaces de mantener una conversación con nosotros y, al instante, resolver aquellas dudas que nos pueden ir surgiendo sin quejarse de nuestras imperfecciones ni del idioma que hablamos. Entre la digitalización de los datos y la mejora de las técnicas que permiten el análisis de los mismos, las máquinas se están convirtiendo en nuestras mejores asesoras. Por no hablar del reconocimiento de voz. Todos los fabricantes quieren tener su propio asistente virtual e incluso el sistema de supercomputación Watson pretende terminar más temprano que tarde en nuestro bolsillo. El combo de inteligencia artificial y movilidad tiene mucho que decir, por lo que quien se lleve a Nuance tendrá un tesoro.
En la segunda parte de este reportaje hablaremos de las ocho empresas que faltan para formar el pack de las quince más apetecibles. ¿Os imagináis cuáles pueden ser? ¿Qué compañía consideras que debería comprar Apple para encarar con mayor fuerza ese futuro de “wearable technology”, cloud computing, robótica y Big Data que se nos viene encima? ¿Y Amazon? ¿Y Microsoft? ¿Por qué sectores deberían apostar? ¿Quién crees que será la próxima en sorprendernos?