Se ralentiza el mercado de la seguridad para las redes 5G
El mercado no muestra un interés tan elevado por el 5G como el que tuvo lugar en su momento con la implantación del 4G.
La implantación de la red 5G va ampliándose paulatinamente de manera que cada vez hay un mayor porcentaje de la población que podrá tener acceso a la misma, pero por otro lado la inestabilidad económica mundial está ralentizando estas instalaciones y se está dando la circunstancia adicional de que los recortes están afectando a una cuestión tan importante como la propia seguridad de la red es 5G.
Mientras los ingresos de los proveedores aumentan de manera constante pero lenta y la tasa de crecimiento en el servicio que se espera para los próximos meses es mucho más lenta, lo que hace que se combine una mayor cautela en los planes de los operadores para continuar ampliando las infraestructuras, enfriando las inversiones en el despliegue del 5G. Por otro lado el propio mercado no muestra un interés tan elevado como sucedió, por ejemplo, con la implantación del 4G.
El resultado es una menor disposición de fondos que además de los trabajos en infraestructuras para completar la red deja sentir sus efectos la financiación de los servicios de seguridad asociados a este nuevo tipo de conexión.
Las previsiones que se manejan para el año 2023 es de que continúen las dificultades en la obtención de ingresos para los operadores móviles como consecuencia de la recesión económica y la inflación, convirtiéndose en los servicios de seguridad en un área crítica.
En este ámbito se espera que se produzca una gran competencia entre los proveedores de seguridad que ofrecen sus servicios en la redes 5G, con la contrapartida de que termine generándose un ecosistema más dinámico, que permita acceder a mayores ingresos y que, en última instancia permita un óptimo desarrollo del mercado 5G.