Desde que el Registro ICM abrió el pasado mes de septiembre el plazo de venta restringida para que las empresas que así lo deseasen pudiesen poner a salvo sus marcas y otro más reducido para que los miembros de la industria para adultos pudiesen “legalizar” sus páginas, se han comprado hasta 100.000 dominios .xxx.
Y hoy, por fin, se abre el registro libre, donde los distintos nombres se concederán a quien primero lo solicite, con precios que variarán según lo establecido por los registradores individuales acreditados para su venta.
“Esperamos que el número de dominios vendidos se doble muy rápidamente”, ha comentado Stuart Lawley, director ejecutivo del ICM, tal y como recoge BBC News.
Eso sí, el día se ha estranado con polémica, ya que dos de las mayores empresas de pornografía en la red, Manwin Licensing y Digital Playground, han emprendido acciones legales al acusar tanto al ICM como a la ICANN de “prácticas anticompetitivas” y “monopolio”.
Su razonamiento es que la creación de este nuevo dominio de primer nivel con el que agrupar la oferta pornográfica bajo la misma extensión es un error porque facilita la censura. También aducen que el cobro de tarifas supera los 60 dólares anuales, diez veces más de lo que se cobra por otros dominios similares.
Lawley, por su parte, ha quitado hierro al asunto, añadiendo que “a algunos les gustaría mantener el statu quo pero ¿cómo puede un dominio de nivel superior ser anticompetitivo?”.
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