La estrategia elegida ha sido acogerse al capítulo 11 de la Ley de quiebras para no tener que pagar las deudas a los acreedores y reflotar la empresa.
El CEO y presidente de SCO afirmó que esto “da una oportunidad a la empresa de proteger sus activos mientras construimos nuestros planes futuros”.
Por esta vía SCO podría utilizar el flujo de liquidez en sus operaciones consolidadas para mantener las operaciones empresariales fundamentales, pero ¿por cuánto tiempo?
El próximo lunes el juez que sentenció la propiedad de UNIX SVRX y UnixWare, debe establecer la cantidad que Microsoft y Sun entregaron a SCO por valor de licencias de Unix, y que realmente pertenecen a Novell.
Además la mayoría de las demandas pendientes que SCO mantenía contra IBM, supuestamente por copiar código Unix en Linux, se caerán por su propio peso al no poder reclamar lo que legalmente no era suyo.
Veremos cómo termina todo. Novell, el máximo acreedor y dueño de facto de SCO tendrá la última palabra. De momento Bruce Lowry, su director de relaciones públicas ha contestado con un escueto ”estamos pensando en nuestras opciones”. Descanse en paz.
vINQulos
TheStreet
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