A principios de mes, SCO solicitó a la comisión que está gestionando su bancarrota permiso para vender su división de Unix a York Capital Management por 36 millones de dólares. Sin embargo, el martes la compañía decidió retirar su petición.
La intención de venta sentó muy mal a IBM y Novell, que solicitaron a la comisión que la impidiera. IBM, citado por InformationWeek, afirmó que “parece que SCo intenta vender inapropiadamente recursos que no posee, incluyendo licencias y trabajos con copyright de IBM”.
Novell considera además que la venta habría implicado recursos “que la Corte del Distrito ya ha determinado que pertenecen a Novell”. La oposición ha sido tan fuerte y la respuesta de la comisión de bancarrota parece tan evidente que la propia SCO ha retirado la petición.
La situación de la compañía es insostenible desde que el diez de agosto la Corte del Distrito de Utah dictaminara que Novell es la propietaria de los derechos de Unix, lo que obligaría a SCO a pagar más de 25 millones de dólares a Novell en concepto de licencias. Para evitar esa eventualidad, SCO se acogió al Capítulo 11 de la ley de declaración de bancarrota de Estados Unidos.