Las cuatro nuevas divisiones de Sanyo serán productos de consumo, industria, componentes y servicios. Asimismo, fuentes cercanas al grupo aseguran que la compañía nombrará a 15 directivos responsables de distintos segmentos con sus respectivos planes para el trienio. Estos cambios serán efectivos con el nuevo año fiscal, que comienza en abril.
Con esta reorganización la compañía pretende reducir su deuda por debajo de los 800.000 millones de yenes, frente al billón acumulado hasta el momento.
La semana pasada, Sanyo anunció que espera registrar pérdidas este año fiscal, que cerrará en marzo, tras cuatro ejercicios sin conocer los números rojos. Las pérdidas estimadas alcanzan los 70.000 millones de yenes (548 millones de euros), frente a los 1.700 millones ganados en el año anterior.
Su alianza busca mejorar la rentabilidad y la seguridad e incluye una expansión por Norteamérica.
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