De esta forma, Sony, Nikon y SanDisk unen sus fuerzas y explican en un comunicado conjunto que la fotografía profesional y el vídeo en HD “requieren una nueva generación de tarjetas de memoria capaces de procesar archivos significativamente más grandes”.
Lo que piden es una nueva generación de tarjetas con más capacidad y mayor velocidad de transmisión.
En concreto, los tres fabricantes señalan que este nuevo estándar debería alcanzar los 500 Mbps en la transferencia, tener interfaz PCI Express y una capacidad superior a 2 TB.
Ahora la pelota queda en el tejado de la CompactFlash Association, pero la propuesta tiene bastantes posibilidades de materializarse al estar respaldada por tres grandes compañías del sector.
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