El portátil, un P10 de la firma coreana, comenzó a arder tras tres horas de uso ”sobre una almohada” que podría haber impedido la correcta refrigeración del dispositivo. Un portavoz de Samsung indicó “que se estaban investigando las causas del incidente”, pero no reveló más detalles.
Este caso se une a una larga lista de dispositivos móviles que arden o explosionan de forma súbita, en la mayoría de casos por defectos en el funcionamiento de las baterías como principal causa. La cuestión no es baladí, añadiéndose al riesgo intrínseco para el usuario, costes millonarios a los fabricantes que deben sustituir toda la gama de productos como sucediera en el famoso caso con las baterías de Sony o el reciente de AT&T con la sustitución de 17.000 de ellas.
vINQulos
Reuters
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