Samsung busca el control de la memoria Flash

Después de meses de negociaciones privadas sin resultado, Samsung Electronics presentó hace un par de semanas una oferta para adquirir SanDisk.

El mayor fabricante de chips de memoria Flash del mundo está dispuesto a pagar cerca de 5.800 millones de dólares por hacerse con el control del mayor fabricante de tarjetas Flash a escala mundial.

No obstante, esta cantidad supone pagar unos 26 dólares por cada acción de SanDisk, cuando en el mes de mayo la oferta de Samsung rozaba los 29 dólares por acción.
La razón de esta oferta a la baja obedece a que las acciones de SanDisk han perdido mucho valor durante los últimos meses, pero sobre todo en los dos últimos años (hasta 60 dólares por acción), resultado directo de la caída de precios en el mercado de memoria Flash.
Ampliamente utilizada en cámaras digitales, teléfonos móviles y reproductores de música MP3, la tecnología Flash ha sufrido a su vez un grave descenso en la demanda debido a la ralentización del mercado de consumo.
La consultora iSuppli estima que el mercado Flash NAND alcanzará los 15.200 millones de dólares a escala global durante 2008, desde los 17.900 millones de dólares previstos en un principio.
Así y según Samsung, la combinación de las dos compañías daría como resultado una marca global capaz de acelerar la adopción de tecnología Flash en nuevos mercados.

Choque de gigantes

La realidad es que el trato propuesto por Samsung supondría para la coreana un ahorro de más de 400 millones de dólares anuales en concepto de licencias que actualmente paga a SanDisk.


Pero a pesar de encontrase contra las cuerdas, SanDisk cuenta todavía con un as en la manga que le ha servido para rechazar la oferta de Samsung; por el momento.
Esa jugada se sostiene gracias al apoyo de Toshiba, principal rival de Samsung en memoria Flash y el aliado más importante de SanDisk. Ambos se reparten el control de las joint-ventures Flash Partners y Flash Alliance, donde SanDisk cuenta con el 49,9 por ciento de las acciones.
De esta forma, en caso de que Samsung comprara SanDisk definitivamente, se haría también con la parte de joint-venture con Toshiba, a pesar de ser fuertes competidores.
Cuestión de monopolio
Según las estimaciones de iSuppli, la cuota combinada de Samsung y Toshiba-SanDisk asciende a cerca del 60 por ciento del segmento Flash, por lo que la fusión de SanDisk con cualquiera de los otros dos fabricantes daría como resultado un importante monopolio.
Es así como Samsung no sólo debe convencer a SanDisk de los beneficios de una posible compra, sino también a las autoridades antimonopolio estadounidenses.
Al tratarse de una empresa californiana, la toma de control por parte de una sociedad coreana no está vista con buenos ojos -aunque proceda de Corea del Sur- y sucede lo mismo con la posible adquisición por parte de la japonesa Toshiba.


La cuestión es controvertida, ya que SanDisk fabrica chips para su propio uso con las tarjetas -no los comercializa- y por tanto se trataría de la unión de un fabricante de procesadores con otro de tarjetas de memoria.
Por tanto, la posibilidad de fusión es real, algo que ni la misma SanDisk ha descartado en caso de que Samsung llegara a una cifra satisfactoria para sus accionistas.
Pero, ¿cuál es la razón de que Samsung se interese tanto por un segmento cuyos precios no paran de caer y en el que la demanda se ha ralentizado significativamente?

El futuro de los discos SSD

Como memoria de carácter no volátil -la información almacenada no se pierde al desconectarse de la corriente- el segmento Flash se considera un revulsivo para los discos duros convencionales.
Es lo que se conoce como SSD (Solid State Drive), unidades que utilizan memoria Flash con el fin de almacenar datos y que no sólo conservan la información, sino que son más silenciosas y rápidas, además de no incluir partes móviles.
Esto resulta esencial para los portátiles, de manera que la demanda de unidades SSD para notebooks va en aumento. Apple ya lo ofrece como opción en sus MacBook Air, Toshiba comercializa discos SSD de 128 Gb con su familia Portegé y Dell ofrece desde 32 hasta 128 Gb en los Latitude y Precision.
HP y Lenovo también han decidido incluir memoria Flash como opción en sus portátiles de gama alta, mientras Samsung acaba de presentar el primer prototipo de disco SSD de 256 Gb y Toshiba hará lo propio en breve.
Toda una guerra por el control de un mercado que -aunque ahora resulta caro frente a los discos SATA- observa cómo la diferencia de precio se va ajustando rápidamente y muy pronto supondrá la opción preferida por parte de los consumidores.