Samsung busca renovar su estructura monolítica para convertirse en una empresa más ágil al tiempo que mantiene sus negocios principales.
El fabricante surcoreano necesita competir más eficazmente en el mercado mundial contra rivales clave como Apple. Para ello, la compañía ha decidido modificar sus lentos procesos de negocio y acabar con su estructura conservadora.
Samsung lucha contra la caída continuada de sus ventas en los últimos trimestres debido a la dura competencia en negocios como los teléfonos inteligentes, los televisores y los chips de memoria DRAM.
La pérdida de beneficios que arrastra con los smartphones y la falta de nuevos negocios ha llevado a este movimiento para “reformar su cultura de trabajo militar y fomentar la innovación”, tal y como adelantó Reuters.
“Nuestro objetivo es reformar nuestra cultura interna e impulsar la comunicación abierta para continuar innovando,” ha explicado la empresa.
La organización pondrá así fin a su cultura de ‘arriba hacia abajo’ para fomentar un entorno de trabajo basado en el diálogo. Con este objetivo, Samsung reducirá las jerarquías en su plantilla y aumentará los debates entre jefes y empleados en todas sus divisiones.
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