El fabricante surcoreano Samsung está trabajando en un smartwatch que puede realizar llamadas y gestionar el envío y recepción de mensajes sin tener que depender de un teléfono inteligente, según ha desvelado el Wall Street Journal. También podrá enviar correos electrónicos y dispondrá de GPS, Bluetooth y un monitor cardíaco.
El futuro reloj inteligente básicamente será un Gear 2 o equivalente que podrá trabajar sin un smartphone que le proporcione las funciones de teléfono móvil. Se va a vender con una tarjeta SIM e incorporará el sistema operativo Tizen, como el resto de la gama actual de wearables Samsung.
La misma información apunta a que este reloj se dará a conocer en los próximos meses, en junio o julio. Las fuentes del Journal no aclararon si el usuario podrá hacer o recibir llamadas simplemente acercándose el reloj hasta la boca.
Esta no es la primera vez que la compañía asiática planea un teléfono que vaya en la muñeca. Hace más de 10 años, en 203, Samsung anunció y luego canceló un teléfono-reloj que tenía una pantalla OLED y una batería de 400 mAh que permitía una hora y media de de conversación.
Aunque todavía es pronto para hablar, las previsiones de TechCrunch van en la línea de que el nuevo smartwatch de Samsung no se venderá muy bien. Incrementar las funciones de un smartwatch encarecerá, sin duda, su precio y, a la postre, nadie va a prescindir de su smartphone aunque pueda llamar con el reloj. Pero la sensación de creerse James Bond con un reloj-teléfono es también un poderoso recurso de márketing.
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