El próximo phablet de Samsung podría ser el Galaxy S6 Edge+ que ¡ojo! carecería de stylus, a diferencia de lo que viene siendo habitual en los dispositivos de la marca de este tipo casi desde sus inicios.
Lo cierto es que la decisión tampoco sería una completa novedad puesto que Samsung mantiene una larga tradición de ofrecer diferentes variantes sobre dispositivos similares. Una estrategia similar a la que décadas atrás desarrollo Nokia y que, recordemos, llegó a ser algo caótica con un catálogo casi inabarcable en el que en ocasiones no terminaban de quedar claras las diferencias entre algunos dispositivos (más allá de nomenclatura o diseño de la carcasa) o su pertenencia a una u otra gama.
El primer Galaxy Note apareció en 2011 y aunque al principio fue incluso objeto de burlas con posterioridad llegó a vender docenas de unidades y parece claro que sirvió de inspiración al actual enemigo a batir, el iPhone 6 Plus con su enorme pantalla de 5,5 pulgadas en diagonal.
Ya le acompañaba desde el principio el S-Pen, el stylus que a lo largo de los años ha ganado funciones y precisión por no hablar de adeptos que probablemente habrán elegido el Galaxy Note sobre los competidores por este accesorio, dado que no hay muchos que lo utilicen y, desde luego, no existe ni como accesorio oficial en la competencia de la manzana mordida.
Tampoco desde los desarrolladores se ha apostado demasiado por dotar a las aplicaciones de la versatilidad suficiente como para que el stylus fuese una herramienta realmente distintiva del habitual toque con el dedo, por lo que esa falta de interés también podría haber llevado al fabricante a tomar la decisión de ofrecer un nuevo dispositivos móvil del segmento phablet sin la inclusión del S-Pen.
Estamos también en una situación en la que la casa surcoreana ha sufrido un descenso de hasta el 50 % en sus ventas en China durante el primer trimestre de 2015 además de una caída global en sus ganancias del 39 %.
Quizá de ahí el intento de ofrecer una posibilidad a quienes no están interesados en un phablet con puntero de contar con un dispositivo de esa naturaleza, algo que, curiosamente, entraría en contradicción con la afirmación efectuada el pasado año por Samsung en el sentido de que reducirían su extensa gama para tratar de dimensionar adecuadamente su negocio de teléfonos móviles al eliminar los costes derivados de tal variedad (pensemos en la negociación con los fabricantes para el suministro de una docena de distintos tamaños de pantallas), por no hablar de la posibilidad de generar confusión entre los potenciales compradores que pueden no llegar a tener claro por qué modelo optar.
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