Golpe de efecto de Samsung. La compañía surcoreana desvela que lanzará el primer smartwatch capaz de hacer llamadas.
El movimiento, que supone un esfuerzo más para reforzar la debilitada división móvil de la compañía, se anuncia en el mismo momento que competidores como LG muestran competitivas apuestas.
LG acaba de enseñar al mundo su G Watch, un dispositivo con forma circular que opera con Android Wear y que promete ser un fuerte contendiente en la guerra del wearable. Llegará al mercado en el último trimestre del año.
El reloj inteligente de Samsung, Gear S, tiene una pantalla curvada de dos pulgadas, conexión WiFi, navegación para peatones y GPS. Funcionará con Tizen, el sistema operativo desarrollado por la propia Samsung.
La principal ventaja competitiva de Samsung frente a lo que se está anunciando hasta el momento es la tecnología que permite hacer llamadas. El acierto de esta estrategia dependerá de dos factores: el interés de los usuarios en utilizar un smartwatch para hacer llamadas al estilo más futurista y los lanzamientos de la competencia.
En este sentido es posible que Apple lance su propio reloj inteligente en el mes de septiembre y que la IFA, feria de tecnología que se celebrará dentro de una semana en Berlín, sea el escenario de nuevos lanzamientos.
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