La idea de Samsung es que el dispositivo tenga partes rígidas, pero deje libres su bordes para permitir plegar la pantalla y hacerla más pequeña y manejable. En sí sería una pantalla flexible Super AMOLED Full HD de entre 8 y 9 pulgadas, que podría plegarse una o dos veces.
Además, al no usar cristal, sino plástico, el dispositivos será mucho más resistente y parece que lo único que está retrasando su aparición son los problemas para conseguir que el sustrato de plástico de la pantalla aguante lo más posible los constantes pliegues y despliegues que hagamos del mismo.
Aún así, desde Daum aseguran que Samsung tiene todo previsto para que el terminal esté disponible a partir de 2015. Pero claro, conociendo la “flexibilidad” de los plazos dados por Samsung, lo mismo llega en 2016 o hasta 2017, a no ser que venga LG presionando con un dispositivo prácticamente igual como ocurrió con los primeros smartphones con pantalla curva real.
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