Samsung e Intel, víctimas de empleados traidores
Es evidente que uno de los principales valores de cualquier compañía que se precie son sus empleados. Es el talento el encargado de dirigir a una empresa por la buena senda, las ideas y la innovación de las mismas. Es esta una idea reiterada hasta la saciedad en los speeches de gurús del sector.
Pero, ¿qué ocurre cuando el principal valor se vuelve en contra? Los daños son proporcionales a los beneficios que puede aportar: cuantiosos y dolorosos.
BGR recoge hoy el caso de diversos trabajadores y ex trabajadores de Samsung (hasta 11 en total) arrestados por ser sospechosos de robar información sobre tecnología OLED a la competencia.
No se conocen muchos datos, pero es la historia de una venganza personal: se cree que un ejecutivo recibió hasta 170.000 dólares por la información que había dado a la competencia poco después de que supiera que no iban a ofrecerle un puesto de ejecutivo que Samsung le había prometido.
El otro caso que recogen hoy las cabeceras internacionales es la de un ex ejecutivo de Intel, acusado de facilitar información secreta sobre construcción y diseño de chips a AMD, su principal rival.
Si bien no recibió un pago por los datos (los utilizó para dirigir a sus empleados) y se ha exculpado a AMD del caso, fuentes policiales calculan en este último caso que la información robada tiene un coste de hasta 400 millones de dólares. Acusan al ex ejecutivo de fraude por lo que le piden 20 años de cárcel, según recoge TechEye.