De esta forma Sony pierde una cuota de mercado, ya que sus sensores se usan en el Galaxy S4 y Note 3, mientras que Samsung sigue adelante con sus planes para ser sus propios distribuidores de componentes, algo que a pesar de sus intentos no les ha salido muy bien con los SoCs pero sí con las pantallas.
Si recordáis, los sensores ISOCELL suponen una mejora considerable con respecto a los BSI, gracias al aislamiento óptico entre píxeles, que permite reducir la diafonía, por lo que a pesar de reducir el tamaño de píxel a 1,12 micras, permite colores más precisos y mejores resultados con poca luz.
Samsung ha aclarado todo esto en su Analyst Day, por lo que la fiabilidad y carácter oficial está más que asegurado. Lo que no queda claro es como pretenden conseguirlo si por estas fechas todavía están haciendo pruebas con sensores ISOCELL de 8 MP.
Ahora que ya se conoce quién será el suministrador, tan sólo queda saber dos aspectos: el primero es sí incorporarán estabilización óptica y el segundo si además de a sus propios productos, también suministrarán sensores ISOCELL a otras marcas.
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