Samsung desarrolla un tipo de panel que puede revolucionar la realidad virtual
En colaboración con la universidad de Stanford, Samsung está desarrollando un tipo de panel OLED que por la densidad de píxeles alcanzada, podría suponer toda una revolución en la tecnología de realidad virtual.
Se trata de un panel OLED de 10.000 ppp (píxeles por pulgada), lo que constituye un avance enorme si tenemos en cuenta que los actuales smartphone de gama alta rondan los 500 ppp. Este panel se configura con una serie de capas reflectantes con relieves a escala en nanómetros con la propiedad de alterar las características reflectantes, mostrando así cada píxel en el color adecuado y con una densidad de píxeles muy superior a la de los paneles que hoy día se encuentran en el mercado, incluso en la gama más alta de los dispositivos móviles.
Este avance era especialmente significativo en el campo de la realidad virtual, pues por su propia naturaleza las pantallas de los móviles a partir de un punto no representan una mejora apreciable para el ojo humano. La capacidad máxima de distinción de resolución para el ojo humano ronda los 400 puntos por pulgada, pero precisamente cuando hablamos de realidad virtual puede aumentar significativamente. Esto es así por la propia naturaleza de la representación de la imagen en este tipo de visores, dotados de pantallas de tamaño muy pequeño, situadas muy cerca del ojo, y necesitadas de una mayor densidad de píxeles.
Hasta ahora es precisamente esa mayor densidad de píxeles la que representa un importante obstáculo en la mejora de la tecnología VR (virtual reality, realidad virtual), dándose casos en los que, al estar los paneles tan cerca del ojo, el usuario pueda llegar a percibir el espacio entre píxeles, esa cuadrícula negra que puede arruinar la experiencia.
Un bosque de nanopilares
El nuevo tipo de panel desarrollado por Samsung y la universidad de Stanford se basa en una superposición de distintas capas, en medio de las cuales se coloca una capa reflectiva de plata que emite luz blanca mientras que otra es una metasuperficie, una especie de bosque de nanocolumnas microscópicas de 80×100 nanómetros que generan unos píxeles de 2,4 micrones de lado, dividido a su vez en cuatro subpíxeles.
Cada uno de esos cuatro subpíxeles queda iluminado con una intensidad diferente, generando así los distintos colores necesarios para representar la imagen.