Salesforce tampoco está interesada en comprar Twitter
A pesar de la supuesta expectación inicial por la venta de Twitter, la conocida red social se encuentra ahora con que ninguna empresa parece estar dispuesta a poner una oferta sobre la mesa.
Twitter, un referente desde hace años para las redes sociales y con una importancia mayúscula a día de hoy para usuarios, medios, organizaciones y empresas, se encuentra en una situación bastante complicada, consecuencia de su incapacidad a la hora de sacar rentabilidad a su enorme potencial como vía de comunicación.
Los apuros económicos y falta de crecimiento de Twitter no es algo que pille a nadie por sorpresa. La red social está perdiendo fuelle respecto al crecimiento que vemos en otras redes, y sigue sin levantar cabeza para llegar a ser rentable, pero los últimos escándalos sobre los abusos de varios usuarios y la presión en Internet ha provocado que muchos se planteen si Twitter podrá seguir así mucho más tiempo.
Los rumores sobre su venta, e incluso posible cierre, al final han terminado calando entre sus inversores, que pedían buscar una solución, y Twitter se ha lanzado en plancha con la posibilidad de vender, segura de que su gran relevancia como red social sería suficiente.
La realidad ha demostrado que no era así. La posibilidad de ser comprada por Google o Disney se desvaneció en pocos días, al asegurar ambas empresas que no iban a entrar en las ofertas, y Salesforce, que parecía hasta hace unos días su posible salvación, ha terminado rechazando también la ‘invitación’ para hacerse con Twitter.
Con una falta de interés patente por parte de las empresas, los mercados han castigado a Twitter y podrían hacerlo aún más. Aunque parecía que la publicidad y acuerdos para eventos en vivo podían darle la vuelta a la situación hace unos meses, la soledad con la que Twitter parece enfrentarse ahora a su futuro podría agravarse con la presentación de los resultados del tercer trimestre, dejándola en un estado irrecuperable en el que el primero en caer será probablemente su CEO, Jack Dorsey.