Microsoft ha sufrido la filtración de parte del código fuente de Windows 10, concretamente de una cantidad que asciende a los 32TB de datos, incluyendo imágenes oficiales y no publicadas de la instalación y el software de la compañía.
El código fuente filtrado fue publicado en el servidor de la FTP de la web BetaArchive que se dedica a publicar builds de Windows, y en el se podía encontrar información sobre drivers referentes al USB, el almacenamiento y el Wi-Fi.
Desde Microsoft han confirmado el robo de parte del código fuente, que proviene de su iniciativa “Shared Source”, y se trata de código empleado por fabricantes y partners de la compañía, recogen en The Register.
Asimismo la filtración abarca nuevos builds de la actualización Windwos 10 Creators, así como de algunas versiones de Windows 10 para ARM y del kit de adaptación a Windows 10 Mobile.
Por otra parte, también se han producido filtraciones de versiones confidenciales de Windows 10 y Windows Server 2016 que nunca había visto la luz pública, ya que se trataba de Builds internas pensadas para realizar pruebas y la búsqueda de vulnerabilidades.
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