Tampoco tendrán bonus ni opciones sobre acciones, algo que define la actitud de los dos fundadores de Google y del CEO de la empresa ante la crisis económica. No es que necesiten esos sueldos demasiado -ya son multimillonarios- pero supone un acto que probablemente alegre a inversores y a los propios empleados.
De hecho, no habrá opciones sobre acciones para los máximos ejecutivos de la empresa, a excepción del CFO Patrick Pichette que ya tenía un acuerdo previo para esta acción. Los nuevos salarios simbólicos de Page, Brin y Schmidt probablemente se mantengan hasta que se le vea fin a la crisis.
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