“Sad Satan”, un juego al que sólo podrás jugar entrando en las profundidades de Internet con TOR

Cualquiera podría pensar que, con lo complicado que resulta acceder a un videojuego que sólo resulta accesible en la red TOR (The Onion Ring, en referencia a las capas que como la piel de la cebolla, ocultan el núcleo del exterior) este podría ser aún más transgresor, terrorífico o espeluznante, pero lo cierto es que recorrer el mundo virtual de “Sad Satan”, si bien palidecería antes las primeras versiones de “Alone in the dark” o “Silent Hill” tampoco resulta un paseo por la pradera de Heidi.

Unos gráficos toscos pero que transmiten una sensación de inquietud, una atmósfera desasosegante creada a partir de iluminación escasa y sonidos industriales que no hacen presagiar nada bueno. Pero sobre todo la noción cierta de que estamos transitando un mundo virtual tan minoritario como clandestino, dirigido únicamente a unos pocos capaces de llegar a este título que ni puede descargarse de Steam ni puede adquirirse en tu tienda de videojuegos favoritos.

A quien esté interesado en acceder a contenidos como “Sad Satan” (y otros peores que sin duda estarán agazapados en similares galerías virtuales, tenebrosas y oscuras) le aguarda un largo recorrido, no siempre fácil, por las galerías subterráneas de una Internet clandestina que circula a modo de catacumba por debajo de las autopistas de la información en las que los buscadores tienen la clave para acceder prácticamente a todo lo que depende del protocolo http.

Pero quien no quiera correr esos riesgos siempre podrá hacerse al menos una idea de lo que circula por ahí abajo contemplando el vídeo que incluimos a continuación.

Pasadizos oscuros, tan escasa como inquietantemente iluminados, donde resuenan nuestras pisadas virtuales en medio de inescrutables cacofonías… y como recompensa al paciente y atrevido paseante, un personaje inquietante que nos espera finalmente en lo alto de la escalera que concluye en una extraña sala de trofeos.

Quien se quede con ganas de más aún puede visionar un vídeo de la continuación de este peculiar videojuego, algo más inquietante aún puesto que descubrimos que el personaje que manejamos no está solo en este opresivo laberinto.

Y aún hay disponible un tercer vídeo con un recorrido por este mundo inextricable y abyecto.

Este es uno de esos casos en los que es casi obligado advertir aquello de “entra bajo tu propia cuenta y riesgo”.

vINQulo

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