¿Sabes en qué país se fabrica tu móvil?

Las empresas ya hicieron su primer éxodo hacia los paraísos laborales asiáticos. Ahora, quizá, haya que moverse más al este.

Apareció en The Inquirer un comentario que decía que la India se estaba volviendo demasiado cara para las empresas occidentales. Que la propia Apple había decidido cancelar sus operaciones en el país. Y ahora tendrían que irse más al este. Es buena noticia que suban los salarios de los indios, qué duda cabe. No sabemos si la subida afecta a todos los sectores, pero tendremos que conformarnos con el nuestro. Claro que hay algo muy inquietante en todo ello. Hay algo que te rechina por dentro aunque no sepas muy bien de dónde viene. Es el hecho simple de estar hablando de ello con tanta naturalidad. Hablamos de irnos a los lugares donde la explotación es mayor y, por lo tanto, el beneficio es exponencialmente superior. Los derechos laborales son una lacra en cuanto atraviesas la puerta de un despacho. Los chinos tienen todas las de ganar en esta partida. Además de ser muchos, viven en un régimen totalitario que no admite resquicios ni ?tiananmenes?. Lo mejor para una fábrica. Qué diría Mao si viera cómo su sueño comunista es la cantera del capitalismo. Hay gente que no compra ropa de Nike porque se dice que en sus fabricas hay niños que están siendo explotados. Es posible que eso suceda, pero Nike es como Microsoft: un blanco fácil. Habría que preguntarse también por todos los demás. ¿En qué país se ensamblan las piezas de nuestros móviles, de nuestros PCs, de nuestro reproductor MP3? ¿Cuántas horas trabajan a la semana? ¿Cuántos años tienen? ¿Cuáles son las condiciones laborales de esa gente? Seguro que no tienen nada que ver con las de las señoras de la limpieza de Silicon Valley. Ni con las de los estibadores franceses. Buscar una respuesta concreta a estas preguntas es una quimera. Incluso, una quimera peligrosa. Pero, al menos, es importante preguntarse para sacudirse de encima esa tibia sensación de desagrado.