Los servicios secretos rusos han encargado máquinas de escribir eléctricas para diferentes departamentos gubernamentales relacionados con la seguridad.
El Servicio Federal de Protección (FSO, por sus siglas en inglés), responsable de la seguridad del Gobierno y del presidente en Rusia, el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Protección Civil incorporarán tecnología anacrónica a sus oficinas. Se destinarán más de 11.000 euros para ello, como señala The Telegraph.
Según Isvestiya, diario local que publica la información, se trata de una medida para evitar el espionaje. La paranoia sobre la seguridad ha aumentado desde que el ex analista de la CIA, Edward Snowden, destapara el espionaje masivo estadounidense sobre sus ciudadanos y otros países.
El responsable de los servicios secretos del país ha dicho que el almacenamiento de documentos escritos a mano es muy común. También siguen utilizándose antiguas conexiones telefónicas.
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