Oracle sigue expandiendo sus servicios cloud en cada vez más regiones a nivel mundial. En la actualidad cuenta con 29 regiones públicas propias, a las que se sumarán 9 durante los próximos meses. Además, su acuerdo con Microsoft, alcanzado hace un año y medio, le permite la interconexión con otras 6 regiones de Microsoft Azure.
Para completar su oferta de servicios cloud, el gigante de las bases de datos también culminó hace tiempo su modelo híbrido con la llegada de Oracle Cloud@Customer, con el que facilitaba la computación en la casa de los clientes, en sus centros de datos, bajo un modelo de suscripción pero asegurando que la información y las aplicaciones se mantuvieran en el entorno privado en función de las necesidades particulares de cada empresa. Se trata de una iniciativa que, en la práctica, permite disponer de una región cloud dedicada para cada cliente que lo necesite.
De esta forma, las organizaciones no pagan por el hardware, sino por los servicios. Estos servicios permiten orquestar todos los recursos corporativos desde una misma consola, con la máxima visibilidad de lo que está ocurriendo en cualquier localización, sea pública o privada.
Sin embargo, existen determinados entornos donde estos dos modelos no se pueden desplegar. Se trata de aquellos en los que existe baja o incluso nula conectividad a Internet pero donde las empresas necesitan desplegar recursos de computación y almacenamiento con la misma eficacia y visibilidad para asegurar la continuidad de las operaciones. Son los extremos más recónditos del planeta, como las plataformas de gas, petróleo o los entornos rurales, entre muchos otros.
Hasta ahora, las empresas no tenían muchas más alternativas que contar con infraestructura propia que no era fácil de interconectar bajo una misma plataforma computacional, por lo que perdían eficacia a la hora de gestionar esos datos y aplicaciones de forma unificada.
Para dar respuesta a estos entornos, Oracle acaba de anunciar Oracle Roving Edge, una infraestructura portable en el interior de una carcasa robusta y ‘rugerizada’ que se puede situar en cualquier lugar con necesidades de computación.
Roving Edge se puede gestionar como cualquier otro componente OCI (Oracle Cloud Infrastructure), con la salvedad de que, una vez cargadas las aplicaciones que necesite el cliente, proporciona computación y almacenamiento de forma autónoma sin necesidad de estar conectado a la nube. Su portabilidad facilita la sincronización de los datos de forma automática en el momento en que se conecte a las redes corporativas o a Internet.
En un encuentro previo con Ross Brown, vicepresidente de Oracle OCI, el responsable definía Roving Edge como una extensión más de la nube de Oracle con las mismas capacidades que cualquier otra infraestructura del fabricante bajo el modelo de pago por uso.
El ciclo de vida de esta infraestructura es el siguiente: El cliente selecciona los datos y aplicaciones que se cargarán en el dispositivo de forma remota. Una vez hecho esto, Oracle se encarga de cargar las imágenes del sistema operativo y los bloques de almacenamiento basados en objetos pertinentes. En este punto, el dispositivo es enviado al cliente para que lo sitúe en el lugar al que va destinado. Una vez allí, el cliente lo activa y comienza a consumir los servicios en la modalidad de pago por uso. En el momento en que Roving Edge tenga conectividad, realizará de forma automática la sincronización de datos, así como las actualizaciones pertinentes. Una vez que ya no es necesario el dispositivo (tiene una vida útil de 3 años), se envía a Oracle para que se destruyan de forma segura y confidencial los datos que contiene.
Los dispositivos Roving Edge vienen encapsulados en una carcasa 3U de grado militar (MIL-STD-810) y pesan 38 Kg. Su interior está gobernado por 40 CPUs diseñadas por Oracle con 80 hilos de proceso. Cuenta con 512 GB de memoria y subsistema gráfico de Nvidia. En materia de almacenamiento se han añadido 61 TB con tecnología NVMe.
No obstante, Oracle asegura una escalabilidad total en función de las necesidades de cada cliente, pudiéndose montar hasta 15 nodos en el mismo cluster.
Cada nodo de Roving Edge tiene un precio de 160 dólares por cada día de uso/posesión.
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