Ros afirma que España se aleja de la media europea en desarrollo TI

El número de hogares conectados creció en 2004 un punto más en la UE que en España, único país europeo donde el impacto de la revolución tecnológica descendió entre 1990 y 2000. Además, la balanza comercial del sector tecnológico sufre aquí un “desfase enorme”, del 18 por ciento. Todo ello lleva al secretario de Estado para la Sociedad de la Información a señalar que España se “vuelve a alejar de la media europea”.

Ros participó en la inauguración de las II Jornadas sobre Prensa y Nuevas Tecnologías que se celebraron en San Sebastián con una conferencia titulada “El desarrollo de la Sociedad de la Información: planes para incrementar la penetración en España”. Durante su intervención explicó que en el primer trimestre de este año las ventas de ordenadores se han incrementado un 25 por ciento en nuestro país, donde ya existen más de cuatro millones de líneas de banda ancha, con un crecimiento de un 5 por ciento en los últimos cinco meses.

Ros aclaró que cuando se contrasta este crecimiento con el de la media europea se ve sin embargo que nuestro país avanza “más lento” y se vuelve a “alejar” de la media comunitaria. En este sentido, afirmó que la presencia de Internet en los hogares españoles creció de un 25 a un 31 por ciento en 2004, mientras que ese mismo año en la Unión Europea se pasó de un 40 a un 47 por ciento.

Desveló también que existe un “desfase enorme” en la balanza comercial de las Nuevas Tecnologías, que en 2004 fue de un -18 por ciento, ya que las exportaciones se redujeron un 10 por ciento y las importaciones se incrementaron un 8 por ciento. España fue además el único país de la OCDE en el que el impacto de las Nuevas Tecnologías decreció desde 1990 hasta 2000, mientas otros como Suecia, Finlandia o Dinamarca lo han multiplicado por dos, con lo que han conseguido un incremento de su productividad.

No obstante, junto a estos datos existen otros mejores, como el hecho de que casi el 90 por ciento de las empresas de nuestro país se encuentran a nivel europeo en este ámbito. Con todo, la “presencia” de las microempresas españolas es “muy poca”, porque un 75 por ciento de ellas “no sienten la necesidad” de utilizar Internet.