A diferencia de los sistemas domóticos, que casi siempre requieren que los usuarios tengan que renovar todos los dispositivos, bombillas, enchufes, etc… Lo que plantea Roost es modificar una batería de 9V para integrarle una placa que cuenta con microprocesador, baterías de larga duración, y conexión Wi-Fi para mandar notificaciones a nuestros smartphones.
Roost funciona con cualquier alarma de incendios que utilice baterías de 9V y para vincularla a la red Wi-Fi de nuestra casa u oficina es realmente sencillo, basta con una aplicación para smartphones y seguir unos sencillos pasos. De esta forma podemos integrar todas las baterías que queramos a la red, lo que permite que en caso de detectar un problema nos puedan avisar al smartphones estemos donde estemos.
La idea de modificar una batería de 9V para hacer Roost compatible con la mayoría de sensores del mercado es genial, ya que supone un ahorro considerable comparándolo con comprar nuevos sensores inteligentes. Cada Roost cuesta unos 30 dólares y estará disponible en junio del año que viene. Eso sí, antes tendrá que conseguir los 50.000 dólares que buscan en su campaña Kickstarter, aunque a juzgar por los casi 39.000 dólares de 50.000 que ya lleva, contando todavía con 35 días más, es casi seguro que lo consigan.
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