Roban datos confidenciales de un centro de investigacion del cambio climático
Un archivo de 61 Mbytes filtrado desde un FTP ruso está siendo fuente de polémica. Según explican, se trata de miles de páginas de documentación y correos electrónicos internos del centro de investigación del clima de la universidad británica de East Anglia. Centro que ha admitido una violación de la seguridad de sus servidores pero no de la autenticidad de toda la documentación mostrada.
Los documentos mostrarían (según los escépticos) falsedades científicas sobre el Calentamiento Global Antropogénico, que estima los efectos producidos por las actividades humanas en el clima de la Tierra.
Algo innegable para la inmensa mayoría de científicos (o para cualquier ciudadano que se dé una vuelta por el campo y compare con lo que se podía ver hace unos años o con las temperaturas) pero que otros niegan (aunque no hay una sóla publicación que la sustente) y a los que les ha venido “de perilla” esta “documentación” para incidir en su teoría de una conspiración científica para dar como cierta que la actividad humana aumenta el calentamiento global y el daño al planeta.
No es baladí que este supuesto “hackeo” de unos de los centros de seguimiento sobre el clima más importantes del mundo, llegue a un mes de la Cumbre sobre el Clima de Copenhague que debería poner las bases para reemplazar el protocolo de Kioto por el beneficio del planeta y los que en él vivimos.
Un acuerdo vinculante en que pocos confían y en el que los intereses políticos y sobre todo económicos son de tal envergadura que será difícil lograr un compromiso. Negar los beneficios de un desarrollo sostenible que no hipoteque a las futuras generaciones es estar ciego. La supuesta conspiración ante los archivos del CRU tienen poco sustento aunque algunos medios den más crédito a un puñado de datos robados (otros inventados) que a la opinión científica mayoritaría.