La noticia es nefasta para la empresa y supera con creces las predicciones negativas de los analistas.
Para capear el temporal y ahorrar gastos operativos por valor de 1.000 millones de dólares, RIM ha anunciado nuevos despidos, que en este caso afectarán a 5.000 empleados.
Además, la delicada situación trae consigo un retraso para los futuros dispositivos BlackBerry 10, que no verán la luz en 2012 como estaba previsto y llegarán en 2013.
El CEO de RIM, Thorston Heins, ha prometido que trabajarán en todas las áreas de su empresa para reconducir la situación, con cambios en la asignación de recursos y centrándose en los campos que ofrezcan más oportunidades de negocio.
¿Le quedan balas en la recámara a RIM o tendrá que verse abocada a otras soluciones como la venta de la empresa?
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