Retrasos en la producción mundial de móviles y ordenadores por la escasez de procesadores

Podría ser uno de los síntomas de que se retoma la normalidad en la industria tecnológica, pero de momento está siendo un quebradero de cabeza para fabricantes de móviles, ordenadores y otros dispositivos.

Sencillamente nos encontramos ante un panorama de placas base desiertas, no hay microchips para todos. Y es un fenómeno que alcanza a todo el planeta, no está circunscrito a un mercado concreto. Es una tormenta perfecta de exceso de demanda y producción sufriendo retrasos.

Componente esencial para casi cualquier dispositivo electrónico, sin ese componente toda la cadena se paraliza, y tal y como informa Reuters en estos momentos la industria atraviesa una escasez que obedecería a distintas causas.

Motivos para la escasez de microchips
  • Ausencia de inversión: A pesar de ser el corazón de los dispositivos con mayor demanda en el mercado, las plantas de producción no están recibiendo las inversiones que serían necesarias para que sean capaces de asumir el incremento de demanda. Una consecuencia más del retraimiento de la economía durante estos últimos meses.
  • Nueva demanda: La implantación del 5G está ocasionando que se produzca una adición de demanda de estos componentes al ser necesario para todos los dispositivos que deben instalarse para la implantación de esta nueva red de telecomunicaciones de banda ancha y alta velocidad en conexiones móviles.
  • Guerra comercial: Con el veto impuesto a Huawei en mercados tan importantes como Estados Unidos y Reino Unido, especialmente en el contexto de la mencionada implantación de las redes 5G, se produce una necesidad de acudir a otros fabricantes que resultan incapaces de atender el exceso de demanda.
  • Compras masivas y preventivas: Ante la perspectiva de la escasez, son muchos los actores de la industria que están adquiriendo partidas masivas de microchips en previsión de la escasez  futura. También para contrarrestar la actual. Desde ensambladores a fabricantes, ninguno desea quedar desabastecido así que se asumen grandes volúmenes de compra que ocasiona que otras marcas no puedan ensamblar sus productos al agotarse el stock de procesadores.
  • Incendios, huelgas y confinamientos: Más allá de la reclusión domiciliaria del segundo cuatrimestre de 2020 en gran parte del planeta, lo que paralizó la actividad fabril, también hay que sumar la inactividad por otras causas, como un incendio en una fábrica de procesadores en Japón o una huelga en Francia.
Futuro incierto

Con la mirada puesta en los próximos meses, las perspectivas no parecen excesivamente halagüeñas en el corto plazo. La respuesta de los fabricantes no puede ser todo lo veloz que las marcas y ensambladores requerirían por lo que parece que no habrá una pronta solución a esta situación.