Se acabó. La última edición de la conferencia de Facebook para desarrolladores ha bajado ya el telón del escenario que se eligió para su celebración, un año más, en la ciudad californiana de San Francisco. Y lo ha hecho tras el anuncio de un buen puñado de novedades que todavía estamos digiriendo y de dos días de actividad en los que se han sucedido las sesiones, las charlas y las keynotes de directivos. Hay que recordar que ésta ha sido la primera vez que los responsables de la red social por excelencia han decidido prolongar el evento f8 por encima de la jornada única para aunar, como habían propuesto en su presentación, la parte más técnica y el sentido creativo.
Así lo quiso remarcar el propio Mark Zuckerberg, fundador y CEO de Facebook, nada más abrir su discurso inaugural. “El año pasado introdujimos un tipo diferente de f8”, advertía el directivo. “La nueva f8 no trata de anunciar a lo grande algunos productos nuevos o cambiar de dirección, consiste en juntar a toda nuestra comunidad para hablar de cómo os podemos ayudar a construir, hacer crecer y monetizar vuestras aplicaciones”. Estos tres estadios que marcan el desarrollo de una app, con la conversión de una idea en algo real, su crecimiento posterior y la obtención final de beneficios, han sido precisamente los que ha querido tratar Facebook durante el encuentro con desarrolladores mediante un paquete de mejoras que descubrió la directora de Plataforma, Deborah Liu.
Así, por una parte, la conferencia ha dejado a su paso un par de plug-ins que permiten, cada uno por su lado, reproducir en las páginas correspondientes de Facebook aquellas conversaciones que se están llevando a cabo a través del sistema de comentarios que opera la compañía de Menlo Park en webs de terceros e incrustar vídeos de la red social en otros sitios de Internet, gracias al trabajo que se realizado con el reproductor de contenido alojado. Para llegar a entender de forma eficaz el comportamiento de los usuarios y determinar si las campañas publicitarias que se ponen en marcha están teniendo éxito, se ha lanzado de forma gratuita Analytics for Apps, que despliega su magia sobre diferentes dispositivos con un único panel de control. Y, además, se usará LiveRail para potenciar los anuncios móviles, incluyendo los de corte nativo de Audience Network.
Además de Liu, en la f8 de este año también han tenido oportunidad para hablar personas como Ilya Sukhar, el cofundador y CEO de Parse, una empresa de Backend as a Service adquirida por Facebook en 2013, o como David Marcus, vicepresidente de productos de mensajería. Y es que en el evento de Facebook ha habido tiempo para un poco de todo. Se han lanzado SDKs para el Internet de las Cosas en un mundo cada vez más conectado y abierto a los wearables. Se ha unificado la interfaz que permite compartir desde las aplicaciones. Se ha hecho referencia al Open Compute Project y a la iniciativa Internet.org, incluyendo el dron Aquila para ofrecer acceso a Internet. Se ha adelantado la posibilidad de reproducir dentro del News Feed de Facebook vídeos que serán esféricos y ofrecerán una experiencia de mayor inmersión, esto es, en 360 grados y con capacidad de interacción.
Se ha ahondado, por tanto, en las ventajas de las realidades virtual y aumentada, que Facebook considera como los futuros pasos lógicos en la evolución del material que se comparte en la Red de redes. Aquí cabe destacar las intervenciones del CTO de Facebook, Mark Schroepfer, y del científico jefe de Oculus, Michael Abrash, que han permitido ahondar algo más en el concepto de lo que es real, los sistemas de Inteligencia Artificial y las ilusiones multisensoriales. Por cierto, el prototipo de hardware de Oculus parece avanzar a buen ritmo y se espera un lanzamiento vinculado a esta evolución tecnológica para este mismo año. El potencial open source de React Native, mientras tanto, ha sido puesto a disposición de todos los desarrolladores.
“Estamos construyendo esta familia con el objetivo de ofrecer experiencias únicas a nivel mundial”, ha explicado durante su intervención en la f8 Zuckerberg, cuyo reto sería cubrir “todas las formas en las que las personas quieren compartir” y que existen. Porque la gente necesita ser capaz de expresar todo lo que consideran importante con todos los grupos diferentes de personas que aprecian”, ha razonado, antes de asegurar que “esta familia va a seguir creciendo”. Y, en el caso concreto de Messenger, Zuckerberg y los suyos creen que “tiene el potencial para ayudar a que la gente se exprese de formas nuevas, conectar a cientos de millones de personas nuevas y convertirse en una herramienta de comunicación realmente importante para el mundo”.
Y sería por eso que sus autores han decidido reforzar sus habilidades. A partir de ahora, Facebook Messenger no sólo dejará compartir mensajes instantáneos escritos, las típicas imágenes y la ubicación de los usuarios, hacer llamadas de voz, realizar pagos y utilizar pegatinas. También habrá sitio para habilitar la instalación de otras aplicaciones e intercambiar el contenido generado por éstas en conversaciones en curso, lo que habilita una nueva forma de compartir emociones, en palabras de la red social. Y todo gracias a la nueva Messenger Platform y su kit de desarrollo de software ya disponible para descarga, que ya ha sido aprovechado por varias decenas de apps. Además, las empresas podrán entablar contacto directo y personalizado con sus clientes vía Messenger Business, para mantenerlos informados cuando realizan pedidos y sin recurrir a dispersas cadenas de emails.
Esta conferencia estirada de miércoles a jueves ha dejado, por último, alguna que otra promesa. En su lucha contra el cibercrimen, Facebook mantendrá la puesta en común sobre malware de ThreatExchange. También tiene planes para garantizar la privacidad de los internautas a la hora de emplear sistemas de registro con Facebook. Y sin salirnos del tema de la seguridad, pero enlazado con la propia estabilidad de los desarrollos, el gigante estadounidense se ha autoimpuesto como reto dar solución a los informes de bugs que vayan llegando a sus manos en un plazo máximo de 30 días. Al menos al 90% de ellos, incluso cuando versen sobre problemáticas leves que no requieren de una actuación de urgencia. Una meta de Facebook a más largo plazo, para la próxima década, es conseguir conectar a todo el mundo, abrirse paso entre la ingente cantidad de contenido que se crea cada día y, finalmente, simular presencia para que nadie se pierda momentos importantes de sus seres queridos. ¿Lo logrará?
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