Un repaso tecnológico de 2023

Cuando Sam Altman lanzó ChatGPT en noviembre del año pasado seguro que no podía imaginar la repercusión que tendría.  No hay la menor duda de que la inteligencia artificial generativa ha sido la tecnología que mayor protagonismo ha acaparado en 2023.

Las grandes empresas del sector no han querido perder este tren y han presentado sus propias herramientas de IA generativa. Bard fue la respuesta de Google, mientras que Microsoft integró esta tecnología en Bing Chat, renombrada recientemente como Copilot. Incluso Elon Musk se ha interesado por esta tecnología, desarrollando xAI, como ya contábamos.

Impacto en todos los sectores

Poco a poco, esta tecnología se ha ido abriendo paso en todo tipo de sectores. Por ejemplo, la IA generativa ha revolucionado la publicidad y el marketing, gracias a la utilización de este tipo de herramientas para aprovechar para crear anuncios, contenido de redes sociales y campañas de marketing personalizadas de manera más eficiente y creativa.

También ha impulsado la industria creativa, facilitando la producción de contenido como guiones, canciones y obras de arte únicas, ofreciendo a los artistas y creadores nuevas formas de explorar sus fronteras creativas.

Medicina y salud también se han visto beneficiadas por la inteligencia artificial generativa, que se muestra como una herramienta valiosa para el diagnóstico y la investigación médica. Esta tecnología puede analizar grandes cantidades de datos médicos y generar informes precisos y detallados que ayudan a los médicos a tomar mejores decisiones. Asimismo, se está utilizando para el diseño de fármacos y la identificación de nuevas moléculas para el tratamiento de enfermedades.

Igualmente, esta tecnología ha facilitado la automatización y optimización de procesos a través de la generación de modelos predictivos y prescriptivos para mejorar la eficiencia en la cadena de suministro, el control de inventario o la gestión de recursos humanos. Y también está contribuyendo a la optimización en la industria manufacturera, mejorando la eficiencia y la calidad de los procesos.

El servicio al cliente es otro de los ámbitos en los que ha impactado la inteligencia artificial generativa, transformando la manera de relacionarse con el consumidor a través de chatbots y asistentes virtuales.

Éstos son sólo algunos ejemplos, pero la inteligencia artificial ha logrado permear en prácticamente todos los ámbitos: sector financiero, energía, administración pública, arquitectura, ingeniería, construcción…

También efectos perniciosos

Aunque la irrupción de esta tecnología también proyecta algunas sombras. En Silicon ya hemos hablado acerca de las consideraciones éticas en torno al uso de la inteligencia artificial generativa.

También nos hemos detenido en el impacto que tiene el ‘boom’ de la IA en los centros de datos y en la sostenibilidad, debido al incremento de las necesidades computación y transmisión de datos que conlleva.

Por otro lado, el uso de la IA generativa ofrece dudas a las empresas, que creen que puede poner en riesgo su seguridad. Así pues, ya es una de las principales preocupaciones de los ejecutivos especializados en la gestión de riesgo empresarial, como recogíamos hace unos meses.

Asimismo, estamos viendo que esta tecnología puede ser utilizada para realizar ciberataques dirigidos más eficaces o para crear de manera sencilla campañas de robos de credenciales o de phishing, por ejemplo.

De hecho, este verano informábamos de un sustancial aumento del número de dispositivos infectados con infostealers que guardan credenciales de ChatGPT sustraídas.

Respuesta de la UE a los retos de la IA

La Unión Europea no ha querido quedarse atrás ante la rápida evolución de la IA. Este verano adelantábamos que el Parlamento Europeo estaba preparando una ley sobre IA, que finalmente ha sido aprobada este mes de diciembre.

La nueva ley europea sobre IA, que es uno de los grandes hitos tecnológicos de este año, establece una escala de riesgos para clasificar los diversos sistemas de IA que saldrán al mercado: riesgo inaceptable, alto riesgo y riesgo mínimo.

Además, fija una serie de ‘líneas rojas’ que la IA no puede traspasar. De este modo, se prohíben los sistemas de categorización biométrica que utilizan características sensibles (creencias políticas, religiosas, filosóficas, orientación sexual, raza, etc.), la extracción no dirigida de imágenes faciales de internet o imágenes de CCTV para crear bases de datos de reconocimiento facial, el reconocimiento de emociones en el lugar de trabajo y en instituciones educativas, la puntuación social basada en comportamiento social o características personales y los sistemas de IA que manipulen el comportamiento humano para eludir su libre albedrío, así como aquellos que exploten las vulnerabilidades de las personas por su edad, discapacidad, situación social o económica.

Movimientos en las ‘teleco’

En 2023 se han producido algunos movimientos en el sector de las telecomunicaciones español que han dado mucho que hablar.

La entrada en el accionariado de Telefónica por parte de la empresa STC, controlada por el fondo soberano saudí PIF, también ha sido una de las noticias destacadas de 2023 en el ámbito tecnológico.

Esta operación ha despertado mucha controversia e incluso ha provocado la reacción del Gobierno, que ha anunciado que podría adquirir una participación accionarial en Telefónica.

Este movimiento parece la respuesta ante el riesgo que comporta la toma de una importante participación en una empresa como ésta, de la que depende el despliegue infraestructuras tan importantes como las redes de 5G y fibra óptica y que, además, es una de las principales proveedoras de servicios digitales y de telecomunicaciones del Ejército.

La compra de Vodafone España por parte de Zegona ha sido otro de los movimientos más significativos en el sector ‘teleco’ de nuestro país en 2023. El fondo británico se hizo con el 100% de la operadora por 5.000 millones de euros, tal y como informábamos.

Finalmente, la fusión entre Orange y MásMóvil dibuja un panorama del sector español de las telecomunicaciones totalmente distinto al existente a comienzos del anterior ejercicio. Tras varios meses de negociaciones, que comenzaron oficialmente en marzo de 2022, las compañías anunciaron su acuerdo en julio del año pasado.

En la transacción se acordó una valoración de la empresa conjunta de 18.600 millones de euros, 7.800 millones de euros para Orange España y 10.900 millones de euros para MásMóvil.

Sin embargo, la operación estaba sujeta a la aprobación de las autoridades de competencia, así como de otras autoridades pertinentes, un camino que no ha terminado de despejarse hasta hace poco.

El acuerdo firmado esta misma semana con Digi, del que nos hacíamos eco, acerca la fusión de ambas compañías. Digi desembolsará 120 millones de euros para adquirir 60 megahercios de espacio radioeléctrico de MásMóvil en diversas bandas de frecuencia.

Además, se ha concretado otro compromiso con Orange, mediante el cual ésta otorga a Digi la opción de suscribir un “acuerdo de servicio de itinerancia nacional” en el futuro.

Estos acuerdos son imprescindibles para conseguir la aprobación de la unión de Orange y MásMóvil en España, pendiente aún del beneplácito de la Comisión Europea. La decisión definitiva de Bruselas se espera para finales de este año o principios de 2024.

Un 2023 de fusiones y adquisiciones

Este año se han producido múltiples operaciones compra e integración en el mundo tecnológico.

El año arrancó con la adquisición de Fungible y sus unidades de procesamiento de datos por parte de Microsoft. Y ya en el mes de julio, la compañía recibió la autorización para concretar la compra de Activision Blizzard por 69.000 millones, aunque tuvo que realizar algunos ajustes posteriormente.

Otra gran compañía, IBM, también ha protagonizado varias adquisiciones. En febrero supimos de la adquisición de StepZen, propietaria de una tecnología que permite a los desarrolladores construir APIs de GraphQL con menos código. Y en julio alcanzó un acuerdo para la compra de Apptio, compañía especializada en FinOps, desembolsando 4.600 millones de euros.

Elon Musk también ha sacado la chequera en este año 2023. Twitter ha adquirido Laskie, una plataforma de búsqueda de empleo, con la que la empresa busca diversificar sus servicios y ampliar su alcance más allá de la mera publicación de mensajes cortos.

En marzo, Hewlett Packard Enterprise (HPE) se hizo con Axis Security y Athonet, con el fin de reforzar sus capacidades edge-to-cloud. Y también adquirió los activos de OpsRamp, empresa especializada en gestión de operaciones de TI (ITOM).

Este año también recogimos el acuerdo de Lenovo para la adquisición de activos de la japonesa FCNT, con el objetivo de acelerar su presencia en el mercado de smartphones en el país nipón.

Otra operación de envergadura fue la compra de Splunk por parte de Cisco en septiembre, transacción valorada en 28.000 millones de dólares. Chuck Robbins, presidente y CEO de Cisco, explicaba que la combinación de las dos compañías impulsará “la próxima generación de seguridad y capacidad de observación habilitada por IA”.

Además, hay que recordar que Broadcom al fin recibió en noviembre el visto bueno para la compra de VMware, año y medio después de anunciar el acuerdo. La operación está valorada en 61.000 millones de dólares.

Y esta es sólo una muestra de un año 2023 plagado de adquisiciones.